Llegó el día. A las 20 en primera citación y a las 20,30 en segunda, Sportivo Desamparados empezará a darle forma a su normalización institucional ya que Mario Guerri, exjugador del club y uno de los propulsores de la Agrupación Víboras Puyutanos, asumirá como nuevo presidente de Desamparados por 2 años. Guerri sucederá en el cargo a Ricardo Salvá, quien había asumido en 2011 pero no completó su mandato tras la solicitud de una licencia. Lo sucedieron luego Carlos Lanusse y Pedro Ponte, integrantes de la lista que encabezaba Salvá, pero hoy habrá un nuevo y legítimo presidente que tendrá que afrontar varios desafíos simultáneos que pondrán a prueba su capacidad de repentización. Uno de los principales problemas es el déficit que arrastra Desamparados de su participación en la B Nacional y en el Argentino A, torneos de los que descendió. Esa caída deportiva dejó sus secuelas en lo económico y hoy por hoy es el gran rival de nuevo proceso que encabeza Guerri. Ese es un tema prioritario para resolver y el propio Guerri dejó en claro su confianza en que Ponte pueda cumplir con su compromiso de dejarle casi al día ese déficit. El otro gran desafío es terminar de rearmar la estructura para afrontar el nuevo Argentino B.
El primer paso, sin ser aún presidente, lo dio Guerri al contratar al técnico Víctor Hugo Cabello como entrenador para esta temporada. Después, se movieron para acercar refuerzos pero el vacío dirigencial que no les permitía firmar convenios, lo dejaron esperando como en los casos de Maximiliano Herrera y Edgardo Díaz, quienes estaban casi contratados pero terminaron en otros clubes.
El tercer y gran desafío para Guerri y su nueva comisión es refundar Desamparados. Así, tal cual y como el mismo lo dijo, Sportivo tiene que volver a nacer. Uno de los puntos salientes será la apertura social para el club, para lo que planean expandir la oferta deportiva de la institución agregando deportes femeninos y además está en carpeta la chance de adquirir un predio para llevar inferiores y posibilitar otras disciplinas.