El primero en tirar la piedra fue Marcelo Gallardo, en enero de este 2018, cuando el torneo todavía no se había reanudado. "Que Macri haya sido presidente de Boca y que Tapia sea hincha de Boca nos obliga a estar con la guardia alta", aseguró el técnico. De ahí en más, no apareció hincha de River que no haya visto una mano negra en cada presentación de su equipo. Y el DT ratificó la idea, el último domingo, tras el empate ante Godoy Cruz, donde el arbitraje de Jorge Baliño perjudicó claramente a su equipo.

Por eso la bronca de la gente del Millo contra el árbitro. Y por eso la idea, cada vez más instalada, de que hay una decisión de perjudicarlos. No fue casual, de hecho, que buena parte del Monumental cantara contra Mauricio Macri. Una reacción sin fundamentos. Pero que por estas horas sumó un hecho que sin dudas desatará la furia completa de los hinchas. ¿Cuál? Se vio a Guillermo Barros Schelotto ingresando a la Casa Rosada.

 

¿Qué hacía ahí? Aunque existieron distintas versiones, el Mellizo fue recibido por empleados de ceremonial de la Casa de Gobierno que lo acompañaron hasta el sector de Presidencia, ubicado en el primer piso, para compartir el almuerzo con Macri, con quien comparte una excelente relación desde la época en que uno era presidente y el otro jugador de Boca.

Si bien ni al entrar ni al retirarse hizo declaraciones, Guillermo entró al edificio por la explanada de la calle Rivadavia, poco después de las 13:30. Y no es la primera vez que lo hace, ya que justamente por su amistad con Macri suelen juntarse para charlar.

 

Con Boca más puntero que nunca y con un paso arrollador, lejos está el Mellizo de necesitar consejos futboleros. Pero el vínculo entre Macri y Barros Schelotto se remonta a los días en que ambos convivían en Boca. Es más, cuentan que Guillermo le pidió asesoramiento financiero a Mauricio cuando ganó su primera plata importante. Y que también quiso conocer su opinión cuando, en abril del 2007, rescindió su contrato para irse a jugar al Columbus Crew de los Estados Unidos.

Mientras no faltan los que le aportan a la visita un dejo de intriga, confabulación y misterio, están también quienes la minimizan. Y señalan otra realidad, ya que unos minutos más tarde del arribo del DT del Xeneize a la Casa Rosada, también lo hizo Gabriela Sabatini, una reconocida hincha de River.