Harry Kane es uno de los mejores goleadores que hay en Europa. Tottenham lo disfruta en la Premier League y la Selección de Inglaterra, de la cual es el capitán, lo tiene en la actualidad como el máximo goleador del Mundial de Rusia 2018.

Lo que ahora son todas noticias positivas para él, cuando era un niño y cuando arrancó su carrera futbolística tuvo varios problemas que resolver: el Arsenal lo dejó ir de sus equipos infantiles a los 9 años porque tenía sobrepeso. Liam Brady, exdirector de desarrollo juvenil de la academia de los 'Gunners', aseguró que era "gordito, no muy atlético", pero que se equivocaron fuertemente al dejarlo ir.

El problema que lo alejó del Arsenal no hizo que baje los brazos y Harry Kane se decidió a cumplir el sueño de jugar profesionalmente. Se marchó a otro equipo de la ciudad y se sumó a las inferiores del Tottenham. Varios años después y cuando llegó Mauricio Pochettino a los 'Spurs' en la temporada 2014-2015, "The Hurricane" había sido cedido a cuatro clubes porque no se podía poner físicamente en plenitud.

"La primera pretemporada de Pochettino regresé de vacaciones tras sufrir una lesión con la sub 21 pensando que estaba en buena forma... pero cuando nos hicieron el test de grasa corporal, di la cifra más alta del equipo: ¡un 18%!" -al límite de lo que se considera un varón sano-, recordaba Kane en una entrevista hace pocos meses antes de añadir: "No me lo podía creer. Pensé:'¡Algo tiene que estar mal!'".

Kane se entrenó especialmente para lograr su mejor estado físico y en la actualidad es uno de los mejores centrodelanterios del mundo. Fue el goleador de las últimas dos Premier League y en la Selección de Inglaterra se transformó en el gran referente del plantel, por lo que le dieron la capitanía del equipo. Una historia de superación, de un niño que nunca bajó los brazos y siempre se mantuvo luchando por el sueño de jugar en Primera.