Desde el Mundial 2014 se convirtió en un clásico de las tribunas futboleras argentinas. Dejó casi de lado el ya añejo "vamos, vamos, Argentina...vamos, vamos a ganar, que esta banda...". No es para menos: el tema recuerda el único mano a mano entre argentinos y brasileños por mundiales que tuvo alegría nacional con el 1-0 en "Italia 90'. Y obviamente se toca el historial a favor de Argentina, aunque más no sea por una victoria. Teniendo en el cierre la valoración eterna de Maradona por sobre Pelé.


Toda Argentina sueña con que ese sea el sonido de ambiente cuando termine el martes en el Mineirao, tras la primera semifinal de esta Copa América entre el local y la Albiceleste de los Lionel: Scaloni y Messi. A las 21.30 será el inicio de un nuevo clásico sudamericano por "los puntos', en esos donde nuestro combinado hace 14 años que no supera al eterno rival. Es más, solo una vez de manera oficial se triunfó en las tierras del carnaval eterno y ya transcurrió más de medio siglo con aquel 3-1 por la difunta de la Copa de las Naciones de 1964.


El certamen estaba armado para que el duelo de hoy sea en la gran final del domingo en el mítico Maracaná. Pero el segundo puesto de Argentina en la fase inicial aceleró los tiempos. Será un cruce de realidades más bien opuestos, pero ambos con esa ambición inigualable de sabiendo que eliminando al rival menos querido el premio es jugar por el título. Scaloni y sus dirigidos se fueron armando a medida que pasaron los partidos. De un debut fallido y con grandes señales de alarma ante Colombia se pasó a la mejor actuación de la Copa ante Venezuela por los cuartos de final. Sus cambios hicieron que una y otra vez el equipo no saliera ni por asomo de memoria, y que incluso los futbolistas le cuestionaran ciertas decisiones.


Brasil, en tanto, aún padece la pérdida de su figura estelar: Neymar. No se lo notó cómodo en cuartos ante Paraguay y tuvo un andar correcto en el Grupo A donde finalizó en lo más alto.


¿El candidato? Brasil, sin dudas. Cuenta con todo a favor, aunque si algo los locales tienen claro es que Argentina no le teme a su reconocido poderío. Al contrario, a la Argentina le gusta medirse con la verdeamarella. Da la impresión que no es así a la inversa.


Para Argentina hay algo que, depende cómo se lo tome, es cómo se lo evalúe. Messi aún "no jugó' la Copa. Incluso, el propio capitán lo sostuvo en un nivel de autocrítica no habitual en el rosarino. Entonces, vale ilusionarse con que Lionel hoy dirá presente en el Mineirao, justo cuando sus compañeros tanto lo necesitarán. Es difícil pensar en una selección finalista, superando a Brasil en semis, sin un Messi en gran nivel. "Quiero ganar algo con la selección y lo voy a intentar todas las veces que pueda", se cansó de repetir en las entrevistas que brindó previo al torneo. Se sabe que vuelve a la selección por la gloria. Por tener ese título que se le viene negando hace más de una década desde que debutó. Enfrente le temen e incluso lo llenan de elogios: "No hay forma de anular a Messi, podemos disminuirlo o neutralizarlo pero no hay manera de anularlo como pasa con Firmino, Coutinho, Willian y Neres". El textual no es de Scaloni, es de Tité, ese entrenador que desde su arribo a la Selección brasileña le cambió la cara. No come vidrio el coach y admira realmente a la Pulga.


Una Copa América de regular nivel nos regalará hoy el gran clásico de esta parte del mundo y uno de los tres más importantes del Planeta. Ojalá que en el Mineirao, donde Brasil perdió 7-1 con Alemania hace cinco años en el Mundial, los argentinos que irán a las tribunas se vayan diciendoles a sus colegas locales "qué se siente" ganarles otra vez...

En el Mineirao

Las veces que jugaron Brasil y Argentina en el estadio de esta noche. Cuatro victorias locales y un empate es el historial esquivo para la Albiceleste hasta el momento.
 

Picardía

En la conferencia de ayer, el entrenador argentino Lionel Scaloni jugó con la ironía y sostuvo que "no tengo el equipo, pero sí afirmo que Agüero será titular. Ni Messi está confirmado además del Kun". Sobre lo que él se juega en su cargo, afirmó que "el premio será llegar a la final, no ganarle a Brasil. Por un tema de localía, por ahí ellos se juegan un poco más".