Ya está. No busque más: lo que acaba de concretarse es algo absolutamente inédito.

Nunca en la historia del fútbol mundial una competencia internacional se definió con una final de la estirpe del superclásico argentino. Que la instancia decisiva de la Copa Libertadores la jueguen los dos equipos más grandes y de mayor convocatoria de un mismo país era algo desconocido hasta este momento. Lo más parecido pueden haber sido la final de la Champions League 02/03 entre Milan y Juventus -que ganó el Milan de Ancelotti que luego perdió la Intercontinental con Boca- y las que jugaron Real Madrid y Atlético de Madrid en las temporadas 13/14 y 15/16, aunque de ninguna manera estos clásicos tienen el tenor de un Boca - River.

Para que se entienda, lo que promovió la clasificación de Boca ante Palmeiras  es la disputa de la serie más importante de todos los tiempos, únicamente comparable con lo que sería una hipotética definición de Champions League entre Barcelona y Real Madrid o un Argentina - Brasil en la final del Mundial. River ya se había asegurado su lugar al vencer por 2-1 a Gremio en Brasil luego de un errático comienzo en el Monumental.

Para los equipos sudamericanos la Copa Libertadores es la competencia de mayor importancia a nivel continental. Y ahí van a estar River y Boca, cara a cara, en dos partidos a todo o nada. En el mundo no se consigue.

Fuente: Olé