¡¡¡UPCN CAMPEÓN!!! Con mayúsculas. Con clase. Con absoluto dominio. Con sabor a revancha. Con el sello de San Juan. Con 10.000 personas como testigos. Con la garra y el juego que lo caracterizó todo el año. Fue el mejor. Sin dudas. Lo que comenzó en agosto del año pasado anoche tuvo su consagración. UPCN venció en el séptimo juego de la final de la Liga Argentina de Vóleibol a Bolívar por 3-1 (26-24, 25-20, 23-25 y 25-18). Selló la serie. Le quitó la hegemonía a Bolívar. Le dio clase y demostró porqué fue el mejor. Desde anoche su nombre entró en la historia. Se consagró campeón por primera vez en su cuarta temporada. Y le dio a San Juan el primer título liguero.

El vuelo más alto de Los Cóndores tuvo su pico. El saque errado de Ocampo sentenció una historia dulce, feliz, y difícilmente de olvidar. UPCN, el mismo que comenzó la serie final con dos derrotas contundentes que nada tuvieron que ver con su mística, se levantó. Se recuperó y lo dio vuelta. El sábado pudo consagrarse en Bolívar, pero el rival se lo impidió. Sin saber que el premio tenía que ser con su gente y en un "Cantoni’ repleto.

Las lágrimas de Gustavo Molina, la enorme revelación y que es de acá. La corrida de checo Kamil Baranek para festejarlo con su esposa. El abrazo de Patti con su hija. La mirada con asombro de Fabián Armoa buscando con quien celebrar. Todos, absolutamente todos, se le merecieron porque este UPCN fue garra y corazón. Fue de potrero. De ese que no pincha sino que se agranda a las complicadas. El que jugó en función de equipo siempre y que pese a tener enormes figuras, estos nunca se creyeron más que otros.

Anoche su dominio fue letal. Manejó los tiempos y fue cocinando a su presa a fuego lento, pero darle el mayor hervor cuando tuvo que acelerar el paso para marcar quién era el dueño de la edición 2010/11.

Y el primer set pintó de cuerpo entero lo que es el equipo Gremial. Porque arrancó muy parejo, digno de una final en la que el menor error era la condena. Y los sanjuaninos lo tuvieron, porque promediando el parcial perdían por 5 puntos, ingresó Rojas y recuperaron la memoria. Abel metió dos "tapas’ y lo empardó en 21, para cerrarlo con el punto de saque de Baranek (26-24).

El segundo fue paliza de Los Cóndores. Sacaron luz de entrada y pese a que le dieron caza, volvieron a poner su oficio en cancha. Se escapó por 7 de diferencia. Weber sacó sus emblemas ante el asombro buscando solución. Los bloqueos facturaron y fue justamente el de Moreno que estableció el 25-20 para los locales.

El tercero fue parejo. UPCN se relajó, cometió errores y más allá que nunca bajó los brazos, Bolívar descontó ganándolo por 25-23. Así la historia sólo iba a tener un capítulo más, con otro set impecable para UPCN que se fue despegando y saboreando el título con el 20-14 a su favor, para liquidarlo 25-18 y gritar ¡CAMPEÓN!, a lo grande, para hacer historia y darle realidad a un sueño que anoche se trasformó en realidad.