En la ciudad de las apuestas, un invicto boxeador argentino, de 30 años, contra todos los pronósticos se consagró antenoche campeón mundial de peso supermosca, dentro de la órbita de la FIB (Federación Internacional de Boxeo). El oriundo de Avellaneda, Fernándo "Puma" Martínez (14-0-0, 8KO), venció claramente por puntos al filipino Jerwin Ancajas (33-2-2, 22KO) y lo despojó de un cetro que era suyo desde septiembre de 2016.

El púgil promocionado por esa leyenda del boxeo que es Manny Pacquiao, fue superado en todos los aspectos por el aguerrido púgil argentino. Que salió decidido a conquistar la corona y cumplir con el sueño que tenía desde cuando siendo un niño veía con su padre fallecido las peleas de Mike Tyson.

Martínez es el campeón mundial argentino 46to. El sexto en peso supermosca.

Quienes asistieron al Hotel Cosmopolitan de Las Vegas fueron testigos de una pelea emocionante, planteada por un muchacho que no respetó los pergaminos del campeón y dando una exhibición de boxeo intenso, en la media y corta distancia, golpeó, por momentos a voluntad a un monarca que no podía frenarlo con sus bombazos al cuerpo.

La determinación de Martínez obligó a Ancajas a retroceder, algo a lo que no está acostumbrado. Con su velocidad y el cross zurdo comenzó a marcar diferencias. El Puma pegaba y trababa. Pegaba y recibía. Pegaba y esquivaba. Ancajas, recibía, y erraba más de lo que conectaba. En el quinto asalto con un cabezazo el filipino abrió una herida en la ceja del ojo izquiedo del argentino. Mientras el pibe de Avellaneda, con la continuidad de su castigo le cerraba el ojo derecho al asiático.

Martínez, que empezó tarde en el boxeo, porque se hizo profesional hace cinco años, viene avalado por una extensa campaña amateur, que incluye entre los varios torneos donde participó, los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.

Promovido por la joven empresa que conduce el excampeón mundial Marcos Maidana (Chino Maidana Promotions), Martínez, aprovechó al máximo la oportunidad que se le presentó. Con su victoria tiró por tierra las aspiraciones promocionales de Manny Pacquiao, que ya estaba trabajando en una pelea unificatoria con el japonés Kazuto Ioka, campeón de la Asociación Mundial (AMB).

Fue tan categórica la superioridad demostrada por Martínez sobre Ancajas, que no dejó dudas a un posible fallo polémico. Dos jueces lo vieron ganar por 118 a 110 (con ellos coincidió la tarjeta de DIARIO DE CUYO) y el restante puntuó 117 a 111.

En silencio, sin alardes, apoyado en esa fuerza invisible que mueve a los hombres, la Fé. Fernando Martínez, creyó en sí mismo y se consagró en la ciudad que nunca duerme.

La humildad del nuevo monarca se vio reflejada en la nota realizada sobre el ring, agradeció a todos y prometió defender su cinturón.

 

"Le regalaré la casa a mi mamá"

Llorando, porque luego de que falleciera su padre se sumió en una depresión que lo acercó a algunos vicios, de los que salió por el amor de su madre Silvia y el apoyo de su entrenador Rodrigo Calabrese, quienes lo encauzaron nuevamente en el objetivo de ser un boxeador de elite, el Puma aseguró que "estoy muy emocionado de conocerlos a todos ustedes". Y agradeció al equipo de Ancajas de darle la oportunidad. Entre los saludos, confió que podrá cumplir el sueño que tenía y la promesa que le había echo a su progenitor antes de su muerte, de comprarle una casa a su madre. "Mi esposa, mi hija, mi madre, mi técnico, y toda la gente de Chino Maidana Promotions" me apoyaron para que mi deseo se hiciera realidad", amplió el púgil que vive en Avellaneda.

Quien deberá pelear otra vez con Ancajas que anunció que utilizará la cláusula de revancha directa que figuraba en el contrato.

 

El quinteto que reinó en peso supermosca

GUSTAVO BALLAS (105-9-6, 31KO): Fue el primer campeón mundial supermosca argentino, ganó el cetro de la AMB el 12 de septiembre de 1981 en el Luna Park, tras derrotar por nocaut técnico al surcoreano Suk Chul Bae. Fraguado en la escuela mendocina de Francisco "Paco" Bermúdez. Era un estilista exquisito que creció mirando los entrenamientos de Nicolino Locche. Perdió el cetro en su primera defensa, contra el panameño Rafael Pedroza, quien lo derrotó por puntos en Panamá. Luego intentó reconquistar la corona en dos ocasiones, la primera ante Jiro Watanabe en Osaka y la segunda frente a Sugar Baby Rojas en Miami, en ambas perdió por KO.

SANTOS LACIAR (79-10-11, 30KO): El cordobés ganó el cetro el 6 de mayo de 1987, venciendo al mexicano Gilberto Román, en Reims. El popular "Falucho" ya había sido campeón mundial mosca, en dos ocasiones, título que defendió exitosamente en nueve ocasiones. Algo que no ocurrió con el cetro de las 115 libras al que perdió en su primer defensa ante el colombiano Sugar "Baby" Rojas.

CARLOS GABRIEL SALAZAR (47-8-3,18KO): Se consagró el 7 de octubre de 1995, en Mar del Plata, derrotando por puntos al colombiano Harold Grey, en la que fue su tercera chance mundialista. Retuvo una vez, ante el italiano Antonio Melis, en Roma; y lo perdió contra Grey. Posteriormente se consagró en el peso mosca.

VÍCTOR GODOY (31-5-0, 27KO): Su reinado fue fugaz. Ganó el título en su Comodoro Rivadavia natal, tras vencer en fallo dividido al mexicano Pedro Morquecho. Y lo perdió en su primera expocisión, al ser noqueado por el mexicano Diego Morales, en Tijuana.

OMAR NARVÁEZ (49-3-2,25KO): El 15 de mayo de 2010, después de haber sido un sólido campeón de peso mosca, con 16 defensas a su corona; logró coronarse entre los supermoscas ante el nicaraguense Everth Briceño, en el Luna Park. Reinó durante cuatro años y medio dentro de la órbita de la OMB (Organización Mundial de Boxeo), en los que realizó 11 defensas.