En la primera jornada alpina no hubo guerra civil entre los dos eslovenos que comandan el Tour de Francia. Tadej Pogacar (UAE-Emirates) pegó un par de sacudidas sobre el final del tramo cerca de Villard-de Lans, pero Primoz Roglic (Team Jumbo-Visma) no lo dejó ir. Es tan atomizada la lucha entre ambos por la victoria final que no les importó llegar a 16m48s del alemán Lennard Kämna (Bora-Hansgrohe) quien cruzó la meta en solitario coronando una fuga de 23 hombres que fue disgregándose a medida que la ruta se empinaba. Escapada a la que el equipo neerlandés ‘dejó hacer’ porque no alteraba sus intereses. Entre los sudamericanos fue el ecuatoriano Richard Carapaz (INEOS) quien tuvo mejor desempeño, pero nada pudo hacer cuando el germano de 23 años le arrancó en los últimos tramos de la subida.

Ni Egan Bernal (INEOS), Nairo Quintana (Arkéa Samsic) o Guillaume Martin (Cofidis) atacaran para meterse en la pelea de nuevo, tras lo sucedido en el Grand Colombier, donde les trituraron sus expectativas.
La ‘cátedra’ indicaba que atacar ayer era inmolarse porque el ‘Jumbo-Visma’ no ofrecería chance alguna. Situación que puede cambiar hoy, porque hay dos puertos de categoría especial, uno La Madeleine y otro el final el Col de La Loze (de 22 km) donde los rezagados tratarán de ‘tomar’ las trincheras de Roglic. Y, a río revuelto...