A tan sólo 12 días del debut recibiendo a Talleres de Córdoba, Desamparados disputó ayer su primer amistoso para ver en qué situación se encuentra, sabiendo que la parte más dura de la pretemporada ya pasó y que la puesta a punto en lo futbolístico es lo que vendrá ahora. El rival fue Trinidad, que también se prepara pero para al Argentino B. El saldo para el puyutano fue altamente positivo, ya que más allá del triunfo por 1-0, el equipo mostró equilibrio en todas sus líneas, entendió el mensaje del "Beto" Naveda con su ideología del 3-4-3, tocó por abajo, presionó y no lo sorprendieron, pese al enorme trabajo del conjunto León.

"Me voy muy conforme, más de lo que esperaba porque el equipo jugó realmente bien. Necesitábamos movernos y respondieron a gran medida, con personalidad y decisión en todo lo que hicieron. La verdad, que estoy muy contento porque enfrente tuvimos un duro rival, con jugadores interesantes y salvo un error en la salida, nunca tiraron al arco y nosotros generamos bastante", analizó Naveda, quien agregó que los once de ayer, donde no jugó ninguno de los refuerzos, serán los mismos que arrancarán el torneo.

Para el "Beto" será el debut en el Argentino A y pretende un equipo ofensivo, con profundidad y ayer lo puso en práctica en base a una línea de tres que suma experiencia y brinda enorme seguridad.

En el arco, Diego Aguiar no tuvo falencias, más allá del poco trabajo. No obstante a la hora de iniciar el juego siempre fue claro. En defensa, lo de Mauricio Del Cero, Ariel Barth y Lisandro Beratz fue extender lo que ya habían demostrado con Tempesta, aunque dejando ver que la línea de tres no es complicación. Bien en las marcas y anticipos, pero por sobretodo entre los tres mostraron una enorme seguridad y entendimiento.

En el mediocampo Gerardo Corvalán fue la salida constante, Emmanuel Campo el quite preciso para morder en todos los sectores, Hernán Lamberti armó juego e hizo participar al resto, y Omar Díaz buscó ser otra variante cuando se atacó. Pero por sobretodo el trabajo grupal, al momento de defender y recuperar la pelota, fue coordinado.

Mientras que adelante se apreció mayor dinamismo -comparado con el semestre pasado- y profundidad con Matías Garrido y Santiago Ceballos bien sueltos, tirándose metros más atrás, destacándose la velocidad para encarar y penetrar la defensa de Trinidad. En tanto que Emanuel Reinoso fue el hombre gol, no sólo por haber anotado el tanto del triunfo (su remate dio en el travesaño y entró), sino porque siempre insistió y buscó. Así fue que llegó su grito tras una corajeada de Garrido, a quien Naveda lo pone adelante en una nueva función para él y le pide "que se meta, que entre, porque con su velocidad y características tiene que ser más recto y meterse al área con la pelota", contó el entrenador.

Si a todo esto aún le falta que el equipo tome ritmo de fútbol, lo que se viene para segundo en la tabla de posiciones, invita a la ilusión, porque toca, no mete pelotazo, juega y es equilibrado en todas sus líneas. Eso es lo que mostró ayer en su presentación como equipo.