Independiente perdió 1 a 0 con Corinthians en el estadio Libertadores de América en un encuentro correspondiente a la tercera fecha del grupo G de la Copa Libertadores.

Tonificado por las dos victorias consecutivas en la Superliga frente a dos encumbrados en el certamen doméstico (Boca y Talleres), el conjunto de Ariel Holan necesitaba una victoria que lo depositara en la cima de la zona.

Fiel a su estilo, el local salió a asumir el rol de protagonista principal del juego con un fútbol prolijo, dinámico y con el balón corriendo sobre el césped ante un adversario que apostaba por esperar y apostar a alguna salida rápida de Clayson y del paraguayo Ángel Romero.

El Rojo no tardó en llevar riesgo hasta la valla defendida por Cassio. Primero con una buena maniobra colectiva y un centro de Silvio Romero que no alcanzó a conectar el ecuatoriano Fernando Gaibor. Y luego con un incursión terminada con un disparo cruzado por Romero que salió besando el poste izquierdo.

Pero los brasileños, también atildados en su juego, mostraron sus armas en un contragolpe muy rápido que terminó con Clayson enganchando desde la derecha hacia el medio y buscando el segundo palo. Un roce en el camino impidió el grito.

A los 34 y mientras Independiente cargaba permanentemente sobre el área rival, Corinthians tuvo la más clara: Rodriguinho, lúcido, vio picar a Ángel Romero a espalda de toda la defensa rival. El paraguayo levantó vuelo y llegó a verse la cara con Martín Campaña, pero el arquero terminó quedándose con su derechazo cruzado.

Antes del descanso, el local tuvo una más con una pared entre Martín Benítez y Gonzalo Verón que el juvenil delantero surgido en la cantera del club finalizó con un remate apenas desviado.

En el complemento, Holan procuró renovar su ataque con los ingresos de Emmanuel Gigliotti, para sumar peso en el área (reemplazó a Martín Benítez), y de Maximiliano Meza, el revulsivo que volvía tras 18 días fuera de las canchas por un desgarro en el isquiotibial derecho.

De todos modos, la búsqueda constante del Independiente debía convivir con el riesgo que suponía el contragolpe de los brasileños manejado con maestría por Rodriguinho, un experto en el engaño que (parafraseando a Babasónicos) borraba las huellas de cada paso y hacía daño con cada pase profundo.

Si bien el equipo de Holan mantenía el empuje, el elenco paulista dejaba claro que era más profundo y peligroso cuando atacaba. Así, no sorprendió que a los 36 finalmente consiguiera romper el cero: Matheus Vital despachó un centro desde la izquierda, Jadson ganó arriba entre Nicolás Domingo y Fernando Amorebieta y batió a Martín Campaña, de floja respuesta.