El seleccionado albicelete debutará ante el representativo de Cuba y luego jugará contra el poderoso Brasil.

Antes de abordar el avión el entrenador Javier Weber manifestó que está "muy feliz por haber conseguido esta histórica clasificación por primera vez en el hexagonal final, pero mucho más feliz porque se ha conformado un equipo, hay una unidad, una mística".

"Este es un grupo conformado por 14 jugadores que forman parte del equipo en cada partido y cuatro que quedan afuera, pero todos tiran del mismo carro", destacó.

Dijo que "el objetivo inicial de lograr la clasificación se ha cumplido, ahora vamos para ver si podemos meternos en semifinales, que sería algo bárbaro".

Sobre los rivales que enfrentará, opinó: "Vamos sabiendo que no somos favoritos, ya que enfrentaremos a los que son sin dudas los dos mejores equipos de la Liga Mundial. Llegan de la mejor forma, pero yo quiero ganarles a todos. Es una empresa difícil, pero no imposible".

Por su parte, el sanjuanino Rodrigo Quiroga afirmó que "el hexagonal será muy duro, ya que Cuba y Brasil son de los mejores equipos y vamos como punto, pero podemos dar alguna sorpresa y si nos metemos en semifinales sería maravilloso, ya que este grupo recién comienza una nueva etapa en el vóleibol argentino".

El representativo albiceleste participará por segunda vez en su historia de una instancia decisiva para dirimir al campeón del torneo, después de ganarle el pasado viernes por 3-2 a Francia, en cotejo jugado en el complejo Aldo Cantoni y válido por la última fecha del grupo B de clasificación. La primera oportunidad en la que Argentina intervino en la ronda final (en sus 11 presentaciones) ocurrió en 1999, cuando fue designada la sede de Mar del Plata.