A Isaac Roig, arquero del Coa Tarragona de España, la vida le jugó una mala pasada en su nacimiento hace 9 años. Por cosas que tampoco su padre Pere se logra explicar, el pequeño nació con una malformación en su antebrazo que le impedía llevar una vida normal como cualquier chico y mucho menos imaginarse que en el futuro llegaría a ser arquero de hockey sobre patines. Pero como en esta vida nada es imposible, su padre, ex jugador de hockey, luchó incansablemente para buscarle una solución a su regalón y navegando por páginas de Internet norteamericanas sobre el tema de amputados logró conseguir una especie de brazo ortopédico que le posibilitaría al pequeño practicar el deporte familiar.

Hoy, Isaac se encuentra disputando por primera vez el XXV Mundialito y no se cansa de sorprender a propios y extraños con cada una de sus atajadas. “Me estoy divirtiendo mucho, me gusta mucho San Juan”, alcanzó a decir el arquerito de 9 años con una sonrisa pícara en su rostro.

Isaac en los partidos juega con una prótesis estética, que, con los guantes puestos, solo puede atinar a rechazar. A la misma la domina con total facilidad y le resulta muy sencillo cuando termina cada encuentro, sacarsela para reemplazarla por la prótesis bioeléctrica, una mucho más compleja que funciona a baterías y que le permite realizar cualquier tipo de movimientos de forma natural. Incluso, es capaz de atarse los cordones de las zapatillas sin ninguna colaboración de otra persona. “La prótesis era la única forma para que pudiera jugar al hockey, algo que él tanto le gusta. Por suerte, cuando le tocó elegir el puesto, de entrada se metió en la portería porque siendo jugador de campo creo que todo se hubiese complicado más”, manifestó el padre con mucho orgullo por su hijo menor. “Me dijeron que tenía que venir a darle una charle motivadora a Isaac, pero la verdad es que después de conocerlo y ver como ataja, creo que él me da más fuerzas a mí. Sin dudas que tiene un gran futuro”, contó Graciela Sosa, arquera de Barrio Rivadavia, quien lleva 22 años practicando la disciplina y quien también tiene una malformación en su brazo.

Y sí, el pequeño tiene un gran talento en el arco, es que resulta tanta la dedicación que siente por el hockey que además de sus entrenamientos con la categoría Pre Benjamín y Benjamín española (acá sería categoría Mini), el pequeño toma clases particulares con Carlos Estrada, un ex arquero de la Liga española de hockey quien se toma una hora y media diaria para perfeccionar el desempeño del chiquito.

Issac, además de sorprender con su talento, dio un gran ejemplo de superación.