El italiano Lamont Marcell Jacobs es el nuevo campeón de los 100 metros, prueba símbolo de la cita olímpica. Lo hizo con un tiempo de 9s80. Plata fue para el estadounidense Fred Kerley, con 9s84, y bronce para el canadiense Andre de Grasse, con 9s89.

Cuarenta y un años después del título olímpico de 200 metros conquistado por Pietro Mennea en Moscú '80, otro velocista italiano, Jacobs -nacido en Estados Unidos de padre norteamericano y madre italiana-, reclamó el trono que quedó vacante tras el retiro del jamaiquino Usain Bolt (oro en 2008, 2012 y 2016).

Fueron minutos de pleno jolgorio italiano ya que poco antes se había consagrado en salto en alto Gianmarco Tamberi, tras acordar compartir el oro con el qatarí Mutaz Essa Barshim al terminar empatados (de no haber acuerdo, seguirían saltando). Y Tamberi fue el primero en saltar a la pista a abrazar a Jacobs.

Por fuera del podio de los 100 metros quedaron el sudafricano Akani Simbine (9s93), el estadounidense Ronnie Baker (9s95), el chino Su Bingtian (9s98) y el nigeriano Enoch Adegoke, quien no terminó. Minutos antes, el británico Zharnel Hugues fue descalificado por una grosera salida en falso.

La gran incógnita del atletismo en los Juegos de Tokio quedó desvelada en 9.80 segundos y en una dirección totalmente inesperada. Jacobs es el heredero del legendario Bolt, quien había conquistado los tres títulos olímpicos anteriores, siempre en doblete con el de 200.

El temible calor húmedo de Tokio por estas fechas, que se apiadó de los atletas los dos primeros días, irrumpió con fuerza el domingo para amargarles la vida dentro del estadio, bajo el efecto de 36 grados y un 64 por ciento de humedad.

Batacazos previos

Las semifinales ya habían dejado varias sorpresas. Trayvon Bromell, el más rápido del año (9s77), se quedó fuera de la final por una milésima, la ventaja con la que el nigeriano Hugues entró por delante de él. Los dos fueron acreditados con 10s00 pero los jueces, después de examinar durante varios minutos la foto de llegada, resolvieron que el africano había cruzado la raya una milésima antes que el norteamericano (995 frente a 996).

En tanto, el jamaiquino Yohan Blake, medalla de plata en Londres 2012 y cuarto en Río 2016, llegaba como una de las grandes estrellas a la cita pero sus 10s14 para finalizar sexto en su serie estuvieron en sintonía con sus comentarios antivacuna en la previa de la cita. Jamaica se quedaba sin representantes en la final por primera vez desde 2004, toda una marca de época post Bolt y todo un contraste con la final de mujeres, que terminó con podio completamente del país centroamericano.

Del lado de los más rápidos también hubo batacazo, ya que el mejor tiempo fue del chino Su Bingtian, con 9s83 y un gran festejo tras convertirse en el primer atleta de su país en llegar a una final olímpica de los 100 metros.

La marca de Jacobs en semifinales, en las que batió por dos centésimas, con 9s84, el récord de Europa del portugués Francis Obikwelu (2004) fue un primer aviso. Algunas horas más tarde llegó la confirmación.