El jueves, antes que cerrara el libro de pases de la AFA, San Martín decidió inscribir a varios delanteros, apuntando a ser posibles refuerzos para el equipo de Daniel Garnero. Uno de los puntas que anotó el club de Concepción fue Jairo Castillo, un futbolista colombiano de 33 años. Justamente horas después de conocerse la intención del Verdinegro de contar con sus servicios se supo que el moreno había protagonizado un escándalo en su Cali natal con su automóvil e incluso hasta el cierre de la edición llevaba una jornada prófugo de la justicia colombiana.

Según la página web del diario El País, de Cali, Castillo se resistió en la madrugada del jueves a un control policial sobre alcoholemia. El delantero se escapó cuando la policía le pidió detener su Mazda, la cual estaba ocupada por él y tres personas más. En ese momento, Castillo escapó en el vehículo y decidió dejarlo tirado a unas cuadras, para abordar un taxi junto a las otras personas y fugarse. Hasta anoche no había noticias sobre su paradero y por eso tenía pedido de captura para la policía de Cali. “Aún no sabemos de su paradero pero invitamos a que acuda ante las autoridades y aclare lo sucedido”, manifestó el comandante operativo de la Policía, coronel Ramiro Castrillón, quien agregó que “es imposible determinar si Castillo pretendió de esta manera esquivar el control de alcoholemia, aunque es una variable que manejamos con mucha fuerza ya que el auto que abandonó está en regla”.

Castillo estuvo los últimos seis meses jugando en Independiente, pero la falta de continuidad y su sueldo más que elevado provocaron la rescisión en su contrato medio año antes de su finalización.

Con 17 años en Primera, Jairo se convirtió en uno de los delanteros más importantes de su país. En nuestro país jugó en tres clubes como Independiente, Vélez y Godoy Cruz. Nunca tuvo un paso por el fútbol europeo, pero igualmente con su seleccionado afrontó dos Eliminatorias como en la previa del Mundial de Corea-Japón 2002 y Alemania 2006. Ahora, nuevamente y como ya mancharon varias veces su carrera, aparecen los problemas lejos de las canchas de fútbol.