Son 100 kilómetros. Una carrera extenuante por donde se la mire. Es la Ultra Maratón Elite. Sólo para elegidos. Y ahí estuvo Juan Carlos Monserrat. Un sanjuanino apasionado de la actividad, especialista en el tema y en plena etapa de superación.

Le fue muy bien a Juan Carlos en la última edición de esta competencia que se desarrolló en los últimos días de mayo en Catamarca. Tanto que, además de ganar en su categoría, terminó en el séptimo lugar de la general, con un tiempo de 12 horas con 31 minutos.

La prueba contó con una gran convocatoria que se hizo presente en Fiambalá, en Catamarca, al pie de la cordillera. Se denominó el ‘Fiambalá Desert Trail 2016’, considerada la mayor carrera de desierto de América en su tipo y la más difícil dadas las características del suelo del lugar, donde los participantes completaron el recorrido casi un 90 por ciento sobre un terreno muy complicado, blando y arenoso.

El lugar es muy conocido por sus inmensas dunas -aquí es donde se suele desarrollar la etapa más dura del Dakar-, tiene una amplia variedad de superficies e imponentes paisajes. Este fue el escenario que además de mucha arena, tiene caminos y senderos de piedra, imponentes cañones, quebradas, y la rigurosidad de su clima.

Juan Carlos Monserrat, el único representante sanjuanino, corrió en la distancia mayor (100 km), empleando esas doce horas y media que lo llevaron a figurar entre los top ten de la general.

La distancia Ultra Maratón Elite se largó con dos grados bajo cero desde el paraje ‘Palo Blanco’, a 50 km de la ciudad de Fiambalá. Fue en la madrugada del sábado 28, debiendo transitar un contexto de desierto y montañas, en una distancia que sólo es recomendable para corredores con experiencia en ultra maratón, debido a que tiene largos tramos de arena y dunas. Una prueba que exige no sólo una gran preparación física, sino también mucha capacidad mental y un gigante espíritu de superación.