El terrible ataque por la espalda que sufrió el ciudadano de raza negra Jacob Blake, por parte de la policía de Wisconsin, Estados Unidos, provocó un terremoto de grandes proporciones dentro de la National Basketball Association (NBA), donde sus jugadores iniciaron un boicot a los playoffs que se estaban jugando en Disney World.

El primer equipo en tomar esta medida fue Milwaukee Bucks, obligando a suspender el quinto partido de la primera ronda de la Conferencia Este ante Orlando Magic, y luego se confirmó que no se van a jugar los encuentros programados para este miércoles 26 de agosto.

Esto, luego que durante la jornada se reunieran los deportistas de los cuatro equipos que iban a completar la programación de encuentros, Houston Rockets vs. Oklahoma City Thunder y Los Angeles Lakers vs. Portland Trail Blazers, y decidieran no presentarse a jugar, en forma de protesta por la violencia racial.

Según dio a conocer Adrian Wojnarowski, de la cadena ESPN, la noticia tomó de sorpresa a la Liga, los propietarios y los máximos ejecutivos de la competición, obligándolos a anunciar la suspensión de estos encuentros y una próxima reprogramación, quedando pendiente lo que ocurra para lo que resta.

El tema es que se aguarda una cumbre, donde tomarán una postura única de ahora al futuro, estudiándose incluso la posibilidad de cancelar definitivamente la temporada y así volver a sus respectivas ciudades para manifestarse contra el racismo sistemático en la Unión Americana.