El 15 de septiembre marcó un antes y un después para Julio César Chávez Jr. Aquella noche, el boxeador mexicano perdió el Campeonato Mundial Medio de la CMB tras caer por puntos ante Sergio Maravilla Martínez y ya nada fue igual.

El hijo de la leyenda Julio César Chávez confesó que a partir de ese momento cayó en un poso depresivo del que le costó mucho salir y lo llevó a coquetear con distintas adicciones. "Empecé a tomar mucho, consumir drogas; tomaba, fumaba marihuana, consumía muchas pastillas. Lo hacía porque decía que tenía problemas para dormir", dijo en una entrevista con Telemundo.

"Dejé el alcohol desde hace dos años; lo dejé, pero agarraba pastillas y al final era lo mismo, me estaba haciendo daño", completó el excampeón que, hasta aquel momento atravesaba un estupendo momento y se ilusionaba con hacer historia.

Fue ahí que entendió que debía hacer algo y se internó en un centro de rehabilitación que tiene su papá en Tijuana. "Estuve allí alrededor de dos meses porque yo padecía mucho de ansiedad", remarcó Chávez Jr. y agregó: "Para mí fue difícil porque al principio decía '¿por qué?, yo tengo dinero, mi casa, no estoy mal', pero después me di cuenta que estaba mal, que mi esposa y mis hijas se daban cuenta cuando yo tomaba y estaba mal".

Su segundo gran golpe lo sufrió en mayo de 2017, cuando perdió por puntos ante Saúl Canelo Álvarez. Luego del combate se viralizaron videos en los que se lo podía ver alcoholizado y rodeado de mujeres. "Fue la peor noche de mi vida, era tanta mi decepción que yo pensé que no iba a pasar nada cuando me estaban grabando", explicó. En aquel entonces analizó dejar el boxeo.

La última mala noticia la recibió hace unos días, cuando le cancelaron la pelea prevista para el 1 de diciembre ante Alfredo Angulo, en el Staples Center de Los Angeles."Ganando un título mundial me tendría que dar la oportunidad de pelear porque yo se la di y le di todas las ventajas", soñaba el mexicano. No podrá ser.