Ser contemporáneos de gigantes de la historia del deporte merece ser valorado. ¿Cómo no emocionarse con cada gambeta y gol de Lionel Messi? ¿Cómo no sorprenderse con la vigencia de Roger Federer y Rafael Nadal? ¿Cómo no abrir los ojos ante el dominio de LeBron James o Kevin Durant en una cancha de básquetbol? Tan imposible como no admirar las zancadas de Eliud Kipchoge, el mejor maratonista de la historia?

El keniata dio este domingo una muestra más de su capacidad atlética y su mentalidad de hierro para conquistar por cuarta vez el Maratón de Londres, un hecho inédito en la competencia, con el premio extra de hacerlo con el segundo mejor tiempo de la historia: 2h02m37. Pequeño detalle: la mejor marca también es suya. ¿Cómo olvidar las 2h01m39 que había logrado el año pasado en Berlín?

Kipchoge manejó de principio a fin el ritmo de la competencia de 42,195 kilómetros. Siguió de cerca a las tres “liebres” contratadas por la organización y los que pudieron lo acompañaron hasta que la máquina aflojó.

Así fue como un pelotón de diez maratonistas pasó progresivamente a ser menor. Hasta que junto al keniata quedaron dos etíopes: Mosinet Geremew, quien había sido el ganador de los 21K de Buenos Aires del año pasado, y Mule Wasihun.

El remate de Kipchoge fue excepcional en los últimos kilómetros. Primero quedó lejos Wasihun y luego se distanció de Geremew con un andar tan sólido que le permitió sonreír frente a los miles de espectadores que se agolpaban detrás de las vallas a la vera del Támesis.

Sus dos kilómetros finales hasta batir el récord del circuito fueron un paseo real al doblar en el Parlamento, pasar cerca de la Abadía de Westminster y llegar hasta el Palacio de Buckingham para los últimos metros.

Al levantar los brazos cuando cruzaba la meta luego de 2h02m37, Kipchoge bajó las 2h02m57 con las que el keniata Dennis Kimetto había ganado en Berlín 2014. Ahora el Rey tiene las dos mejores marcas de la historia.

Correr junto al mejor potenció a sus perseguidores. Y de qué manera. Geremew lo escoltó con 2h02m55 y se convirtió en el segundo maratonista más rápido de la historia, al quebrar por dos segundos aquella marca de Kimetto. Mientras que Wasihun llegó en 2h03m16 y desde hoy está séptimo en el ranking histórico de los 42,195 kilómetros. Mucho deben agradecerle a Eliud Kipchoge.

El británico Mo Farah, bicampeón olímpico de los 5.000 y 10.000 metros, finalizó quinto con 2h05m39, a 38 segundos del cuarto: el etíope Tola Kitata.

En la prueba femenina, la keniata Brigid Kosgei ganó luego de 2h18m20, su mejor marca personal, para convertirse en la séptima en el ranking histórico de la distancia. La escoltaron su compatriota Vivian Cheruiyot (2h20m14) y la etíope Roza Dereje (2h20m51). La argentina Luján Urrutia finalizó con un tiempo de 2h42m06.

Fuente: Clarín