El delantero alemán Miroslav Klose afirmó tras la derrota contra Serbia por 0-1 que su expulsión fue "injusta" y dijo que esa tarjeta "perjudicó al equipo". Fueron las primeras palabras tras salir del camarín.
Klose, que disputa su cuarta Copa del Mundo, fue expulsado por el árbitro español Alberto Undiano Mallenco, que le mostró la segunda amarilla tras una falta de atrás a los 37 minutos del primer tiempo. Esta circunstancia obligó a que Alemania disputara todo el segundo tiempo en inferioridad numérica.
"Lo cierto es que traté de jugar la pelota. Pienso que no fueron entradas duras. Creo que el árbitro debió hablar conmigo para pedirme calma y no debió mostrarme la segunda tarjeta. El fútbol es un deporte de contacto y hay mucha diferencia entre las entradas duras y lo que hoy ocurrió", continuó el goleador alemán.
Por otro lado el técnico de Alemania, Joachim Löw, reconoció que la derrota de ayer frente a Serbia en Puerto Elizabeth (1-0) les pone "bajo presión" con miras al último partido del grupo D, contra Ghana, pero aseguró que Alemania estará en los octavos de final. "¿Por qué? Porque tenemos la resolución y el firme propósito de seguir adelante. No vamos a ponernos nerviosos por lo de hoy (por ayer). Todavía tenemos el destino en nuestras manos", declaró el técnico germano.
"No creo que la infracción de Klose fuera punible. Tuvo la mala suerte de golpearle en las piernas, pero fue una tarjeta inmerecida. No creo que haya sido un partido sucio. Tal vez un par de entradas por detrás merecieron la tarjeta pero muchas fueron mostradas por entradas sin malicia. La expulsión no debió producirse", explicó.

