Lo aceptó en ese momento. De todas maneras, poco le importó al correntino, ganador de las finales de Bahía Blanca y Resistencia, el tener que luchar contra la leca para salir nuevamente a pista y finalmente no poder hacerlo. Todo esto por los abandonos anteriores de Marcelo Agrelo (debido a un toque con Nicolás Filiberti en el giro inicial) y de Julián Falivene (en la sexta vuelta porque le pegó al paredón antes de entrar al puente) ya le habían otorgado la corona de campeón.

En medio de los festejos de Krujoski, otro piloto, Federico Lifschitz, ganó la última final del campeonato. Fue una carrera impecable la del paranaense, poleman de la clasificación. Se la adjudicó de punta a punta y en forma inobjetable. Fue un justo ganador.

Detrás de Lifschitz terminó Nicolás González, quien con este segundo lugar se subió al tercer puesto en el campeonato desplazando a Agrelo. Tercero fue Marcos Vázquez.

De esta manera, las posiciones del campeonato terminaron con Krujoski, ganador de las finales de Bahía Blanca y Resistencia, al frente de la Copa América con 83 puntos, seguido por Falivene con 71, Nicolás González con 68 y Agrelo con 67.

"Gracias a Dios aguantamos lo que teníamos que aguantar y la suerte estuvo de nuestro lado. Hicimos las cosas bien durante todo el campeonato y creo que es un título muy merecido. Por suerte estuve en un gran equipo que me dio un auto bárbaro. Trabajaron mucho, incansablemente, y es un grupo humano excelente", concluyó Krujoski.