La despedida de ambos en la pretemporada fue acorde a las expectativas que tienen para el Clausura que larga justo dentro de una semana. Independiente y Racing animaron el segundo clásico de Avellaneda del 2010 y a diferencia del primero que disputaron en Salta (pobre 0-0) esta vez dieron espectáculo. Dentro de ese contexto y con una multitud de más de 25.000 personas en el mundialista de Mar del Plata, la Academia aprovechó su momento y se llevó la copa en La Feliz por un ajustado 2-1. Dentro de un partido parejo resultó determinante la ingenua expulsión del capitán del equipo de Gallego, Matheu, apenas había comenzado el clásico.
Fue clásico con todas las letras desde el pitazo inicial de Abal. Porque más allá de que ambos tiraron lo mejor que tenían a la cancha, la actitud por parte de los jugadores dejó en claro que de amistoso tenía poco el choque en el José María Minella. Independiente arrancó mejor con la pelota y con Acevedo manejando los tiempos controló el ritmo en la mitad. Claro que sin peso en los metros finales porque nadie abastecía correctamente a Gandín ni Silvera. Pero la paridad en el trámite se comenzó a romper a los 18′ cuando Matheu, capitán del Rojo, se hizo expulsar como un juvenil por un cachetazo a Bieler. El árbitro lo vio y correctamente lo expulsó. Gallego optó por mandar a Tuzzio de central y bajar a Busse de cuatro y así rearmó la defensa. Aunque más allá de la inferioridad numérica, desde entonces fue como que Independiente perdió la brújula. Encima a los 34′ se quebró la igualdad en el marcador. Lucero sacó un zurdazo terrible y Gabbarini dio rebote para el medio. Bieler tuvo su estreno con la red jugando para la Academia y abrió el clásico. Al toque Gandín casi lo empate, pero remató alto. Racing era más claro y punzante. Castromán la cacheteó y Gabbarini se estiró para evitar el segundo. Pero nada pudo hacer el uno tras la jugada preparada que a los 45′ derivó en el tanto de Cahais para el 2-0. Cerca del final, Piatti metió un zurdazo terrible y De Olivera la manoteó de forma providencial para mantener el par de tantos de ventaja.
La segunda parte careció de paridad. Es que la Academia se apoderó de la posesión del balón y trató que el Diablo se desgastara físicamente. En llegadas cerca de los arcos rivales, uno que estuvo cerca fue el estrenado Hauche quien metió un remate que salió apenas lejos del arco. Piatti estuvo a punto con un derechazo de estampar el descuento, pero De Olivera ratificó su gran noche y lo evitó con una atajada tremenda. También Bieler casi marca su segundo gol con la camiseta de Racing, aunque el zurdazo salió mordido y falta de puntería. El que puso algo de suspenso fue el pibe González que clavó un zurdazo tremendo cuando restaban ocho minutos para el cierre y puso el 2-1. En ese final, estuvo cerca el propio ex Ferro del empate heroico, pero no pudo cerrar. Encima, Núñez se hizo expulsar en el final cerrando un clásico de alto voltaje.

