El técnico Darío Giuliani estaba más feliz que el otro día. Se le notaba en la cara. Lógico, no era para menos. Es que la Selección Argentina acababa de ganar de manera convincente un partido que a priori aparecía como sumamente difícil. Se jugaba ni más ni menos que ante el local. “El equipo mostró actitud y mucha concentración” dijo en un principio el técnico. “Ahí estuvo la base para conseguir una victoria convincente que no dejó dudas. Y además sirve para ilusionarse por lo que viene porque noté que los muchachos se mostraron completamente convencidos de lo que hicieron”.

Y más adelante agregó: “Está comprobado que las circunstancias juegan en la cabeza del jugador argentino. Me refiero a que nosotros sabemos balancear quien es quien como rival. Es difícil no cometer errores contra un rival que es inferior potencialmente. Eso nos pasó ante Mozambique. Pero bastó que lo habláramos y las cosas cambiaron”.

Y siguió: “En realidad hoy no podíamos fallar. Creo que el equipo estuvo bien balanceado. Y es porque todos sabían que había que armarse defensivamente para que seamos más fuertes todavía. Y arriba está claro que el jugador argentino es contundente. Por todo eso, y más por la actitud que mostraron todos los muchachos es que quedé completamente conforme. Sé bien que mañana (por hoy) será otro partido. Portugal es distinto a Francia. Pero confío en mis jugadores. Ellos van a saber balancear las cosas”.