El Dakar 2014 dejó en evidencia que el rally más difícil del mundo se siente como en casa en Sudamérica y busca nuevos escenarios en la región, como fue este año Bolivia, pero que le produjo a los pilotos crecientes dificultades como las que hicieron de esta sexta edición la más complicada desde que la competencia dejó África.
La edición Argentina-Bolivia-Chile 2014 llegó con cambios significativos que le sumaron dificultades a la prueba, como los 1.000 kilómetros adicionales de carrera pura que debieron enfrentar los pilotos. Los otros dos puntos salientes fueron las etapas maratón para las motos y cuatriciclos, que este año fueron dos, San Rafael-San Juan y Salta-Uyuni. Y también se implementaron caminos diferenciales para las cuatro categorías, con el propósito a de descomprimir el camino a las dos ruedas, aunque la dificultad terminó apareciendo en la hoja de ruta.
El nuevo campeón en la categoría autos, Nani Roma, reconoció que la etapa de Chilecito-Tucumán fue la que más le ‘costó manejar‘ desde 2005, año en que cambió la moto por un auto, y el francés Stépahne Peterhansel coincidió en remarcar la dureza de la prueba.

David Castera, director deportivo del rally, explicó que en el Dakar no es una cuestión de ganar etapas a lo loco, sino tener varios factores en cuenta: “Una cosa es ser piloto de moto y otra ser corredor de rally de raid”, dijo.

En ese sentido, este ex piloto de Dakar hoy encargado de dibujar los caminos de la carrera, sintetizó: “Si hablamos de velocidad, además hay que saber navegar, y tener estrategia. Hay quienes tienen velocidad, pero les falta lo otro. Pero hay que tener las tres aptitudes”. Un caso claro de esto puede ser el piloto Joan Barreda (Honda). El español había sido el líder hasta la cuarta etapa y se mantuvo segundo desde la quinta hasta la penúltima, cuando cayó al séptimo puesto de la general, en el que terminó.
Tras seis años en Sudamérica, quedó a las claras que el Dakar encontró en el continente una nueva casa, en la que los competidores se enfrentan a iguales y hasta mayores retos de los que se topaban en África, su tierra natal. No es necesario que el 80 por ciento de sus caminos sean en pleno desierto para imprimirle dificultad. A tres etapas del final de la competencia, el 47 por ciento de los 431 competidores que el 5 de enero habían largado desde Rosario hacia Valparaíso había quedado fuera de carrera, un porcentaje que “no se daba desde 2006 cuando aún se corría en Africa”, destacó el propio director de la prueba, Etienne Lavigne, en una entrevista con Télam.
Ahora, después de seis años, Dakar se siente a gusto y ya proyecta nuevos escenarios en la región, entre ellos Ecuador, Brasil, Colombia o Paraguay.

Hoy mismo la organización está dibujando los caminos del Dakar 2015 y los rumores indican que la largada volvería a ser en Buenos Aires y de allí subiría al norte del país, tocaría otra vez Bolivia, cruzaría a Chile y finalmente terminaría en Perú, aunque habrá que esperar unos meses para conocer los países elegidos de este renovado desafío.