La desactivación del megacampeonato que lanzó al ruedo el presidente de la AFA, Julio Grondona, sazonada con críticas a los dirigentes de clubes, derivó en la visualización de “vientos de cambios” por parte de los directivos con mayor independencia.
Además de incidentes que protagonizaron unas 300 personas, para reclamar por la reforma del campeonato argentino, cuya suspensión fue anunciada el lunes y también por la renuncia del máximo dirigente del fútbol argentino, que lleva 32 años al frente del fútbol argentino.
Mientras el Gobierno nacional continuó desentendiéndose de aquel proyecto que Grondona tiró sobre la mesa y una semana después retiró por la catarata de cuestionamientos, la directiva por primera vez hizo recular al jefe de la AFA, que en cuestión de horas hizo dos cosas que no suele hacer: dar marcha atrás y haber echado a un entrenador.
Pero Grondona, además de retirar el proyecto y cuestionar por intenciones “destituyentes” a supuestos referentes de intereses extrafutbolísticos, también pegó a la directiva que siempre le fue afín por haber hablado fuera del ámbito que considera correcto.
Fernando Raffaini, presidente de Vélez, celebró que haya habido un retiro de ese proyecto y dijo visualizar “algún viento de cambio” en la AFA. No se refirió Raffaini a un cambio de gobernante, sino a tener “la posibilidad de empezar a democratizar o a debatir más las ideas”.
De todas formas la dirigencia de Vélez hace equilibrio, porque también tiene a Raúl Gámez, un ferviente crítico de Grondona, en sus filas y lo incluye como uno de los hombres que pusieron en pie al club. Gámez se trenzó ayer en una polémica de bajo vuelo con el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, quien por otro lado insistió que pese a tener a Fútbol para Todos y ser presidente de Quilmes, no sabía nada de ese proyecto.
Uno con los que se habría molestado Grondona es con el titular de All Boys, Roberto Bugallo. No tanto por la abstención, sino por la reafirmación ante los medios de su postura contraria al proyecto. En tanto, en una clara defensa a Grondona, el presidente de Colón, Germán Lerche, aseguró que los dirigentes han perdido la chance de profundizar un debate en serio en el fútbol”.