No es un fin de semana normal para Córdoba. Es cierto que no jugarán los principales clubes de la provincia, ya que Talleres, Belgrano e Instituto quedaron eliminados en la fase inicial de la Copa de la Liga y solamente los dos primeros recién se presentarán entre semana para disputar la Libertadores y Sudamericana, respectivamente. Sin embargo, una de las provincias más populares del país ya respira fútbol del bueno, del grande. Y es que desde que la ciudad fue elegida para ser sede del duelo más esperado de los cuartos de final, todo se movilizó.

El fin de semana registró movimientos clásicos de la temporada alta. Las autoridades locales informaron que la ocupación hotelera llegó a casi el 100 por ciento: fue exactamente un 96,3% con 8.474 de alojamientos sobre un total de 9.053, según detalló el Observatorio Turístico de la Subsecretaría de Turismo de la Municipalidad de Córdoba. Pero no todo es fútbol en Córdoba en la extensión del sábado y domingo, ya que lo que también generó una demanda turística fue un congreso de cardiología específico de la Hipertensión Arterial, que se celebró entre jueves y sábado en el Hotel Quinto Centenario, uno de los tantos cinco estrellas que se ocuparon al cien por ciento.



Desde que la suerte deportiva hizo que River y Boca quedaran cruzados en los cuartos de final de la Copa de la Liga y empezó a ventilarse que Córdoba era el escenario apuntado para albergar semejante encuentro, los vuelos se dispararon y pasaron de un precio estimativo de 40.000 pesos a casi 300.000, siendo la opción terrestre la más económica. Muchos optaron por el ómnibus, ya que por unos 30.000 se viajó en cochecama con buena comodidad para transcurrir la madrugada del sábado y llegar fresco para el partido del domingo.

Inclusive un histórico relator de la campaña riverplatense fue reconocido por uno de los choferes de los micros de línea, que por su fanatismo por la Banda no se privó de saludarlo, estrecharle la mano y reconocerle su gran trayectoria antes de poner primera en Retiro. El transporte ya estaba cargado casi en su totalidad por simpatizantes de River y Boca, que convivieron sin inconvenientes en la previa. Lo mismo ocurrió en la terminal cordobesa, donde algunos Xeneizes más ansiosos comenzaron a agitar desde temprano: “No importa en qué cancha juguemos, a Boca Juniors lo sigo adonde va…”.

A primera hora del domingo, la terminal de buses de Córdoba fue casi una peatonal en día de semana. Cientos de fanáticos millonarios y xeneizes se pasearon de un lado a otro. Se armaron largas filas en los baños y los bares abiertos las 24 horas casi no tuvieron mesas libres. El rojo y el blanco se mezcló con el azul y amarillo por doquier. Los más precavidos, usaron indumentaria deportiva pero prefirieron no identificarse para evitar algún altercado. Las gargantas se irán preparando para el que será uno de los encuentros más esperados del año.

Un trío de simpatizantes boquenses provenientes de Buenos Aires pidió permiso para hacer tiempo en el lobby de un hotel céntrico. Fue su Opción B tras probar suerte en un hostel que no les dio buena vibra. Su pasajera estadía antes de emprender viaje hacia el estadio Mario Alberto Kempes incluirá el desayuno, donde se topan también con otros Bosteros y también rivales que acaban de bajar por el ascensor porque pasaron la noche allí. Todo trasciende en armonía, hasta posan para una foto ante la cámara de este medio.

En una conferencia compartida con Juan Román Riquelme (presidente de Boca Juniors), Claudio Tapia (AFA), Ignacio Villarroel (vice de River Plate) y los capitanes de los equipos Marcos Rojo y Nacho Fernández, el secretario de la Agencia de Deportes de Córdoba, Agustín Calleri, le agradeció a la AFA y la Liga Profesional el hecho de que Córdoba fuera elegido para organizar este evento: “Acá se vive con mucha más pasión porque no están acostumbrados a tener el Superclásico. El aparato económico que mueve, en hotelería y gastronomía, para Córdoba es muy importante. Ojalá que se vuelva a jugar con doble hinchada porque se extraña mucho”. Y se animó a decir que el campo de juego estará en óptimas condiciones: “Le vienen dando, pero va a estar bien. El pasto está verde, está lindo”.

Se estima que serán unos 50 mil visitantes los que pisarán Córdoba a lo largo del fin de semana, buen número teniendo en cuenta que muchos de los 25.000 aficionados que se repartieron entre ambos equipos para el partido son de Buenos Aires, otras provincias, locales y hasta localidades aledañas como Villa Carlos Paz, Río Ceballos, Villa Allende y Jesús María, entre otras.

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