Al frente. Francisco Álvarez fue uno de los puntos altos en San Martín. En Concepción, un error en el final lo dejó con el gusto amargo de un empate que no mereció.


Otra vez, otro error. Otro final amargo y frustrante en Concepción con un San Martín que tenía todo para meterse definitivamente en la lucha por algo más en esta Primera Nacional y por un error grosero, volvió a quedarse casi con las manos vacías. Fue una condena cruel, demasiado impía, para un equipo que propuso siempre, que generó más y jugó mejor, pero que por un error de Juan Cozzani, tuvo que masticar la bronca del 1-1 final contra un Almagro que nunca fue más que el Verdinegro.

Un primer tiempo excepcional, un segundo tiempo que le pasó factura y ese infortunio del descuento podrían resumir lo que fue la tarde de viernes en el Pueblo Viejo. San Martín, ya afianzado en la propuesta de jugar corto, rápido, veloz y profundo fue dueño de la pelota, de la iniciativa y de las mejores opciones en los primeros 45". Con Ruiz, con Berterame, con Rivero y con González, el equipo sanjuanino atacó con criterio y sólo fue cuestión de tiempo llegar a la apertura del marcador. Un cabezazo de Maxi González tras una muy buena jugada preparada en un córner cuando iban 12" fue el anticipo de lo que sería para San Martín. Y recién sobre los 36" llegaría por fin la merecida apertura del marcador cuando Berterame la armó con Rivero, quien midió el centro para la cabeza de Ruiz que venció a Ramírez en el primer palo. Un golazo. Merecido y buscado. De ahí al final del primer tiempo, San Martín justificó ser el ganador parcial. Un remate de Berterame que sacó el arquero y antes un bombazo de Ruiz en el travesaño bien pudieron ser esa ventaja ya decisiva.

Pero San Martín no lo definió y en el complemento, parado ya más para la contra sabiendo de la necesidad de Almagro de tener que salir a buscar algo más, pudo haberlo resuelto de entrada. Lo tuvo Berterame, también Pablo Ruiz y hasta el ingresado Costantino pudo haber resuelto todo pero su remate se fue desviado tras ganarle a pura potencia a Romat. Era de San Martín pero no lo traducía en goles y eso, al final tendría su costo. Almargo se adelantó por inercia, Villalba retocó el equipo como para darle prioridad a la tenencia y no a la explosión ofensiva y en el cierre, llegaría la condena. Llovieron un par de centros y Álvarez fue salvador en la línea. Parecía que alcanzaba con aguantarlo pero llegó ese fatídico minuto 46 y Cozzani volvería a ser protagonista. Le jugó en contra el sol, salió fuera de tiempo a cortar un centro sencillo y Servetto, casi de casualidad, se encontró con el empate inmerecido para un Almagro que terminó siendo el verdugo de un San Martín que perdió dos puntos clave en un momento decisivo de la temporada para todos en la Primera Nacional.

  • Güemes de Santiago volvió a ser puntero

Güemes de Santiago del Estero le ganó a Brown de Adrogué, por 3 a 1, como visitante y volvió a la punta de la zona B del torneo de la Primera Nacional, en uno de los partidos de la 26ta fecha del principal certamen del ascenso. El equipo local se puso en ventaja con el tanto que marcó el mediocampista Facundo Bruera (35m. PT), pero Nelson Romero (43m. PT), Federico Boasso (37m. ST) y Milton Zárate (45m. ST), dieron vuelta el resultado a favor del plantel visitante. De esta manera Güemes llegó a la punta con 41 unidades, al igual que Barracas Central, y Brown quedó con 38 puntos.

Además, Ferro empató con Atlético Rafaela por 1 a 1, como visitante, y se mantuvo en el cuarto lugar de la zona B, con 37 puntos. Claudio Bieler abrió el marcador para el conjunto local, a los 10 minutos de la primera parte y Tomás Molina lo igualó a los 29 minutos del segundo segmento para la visita.

Rafaela terminó con diez jugadores en la cancha por la expulsión de Ayrton Portillo.


COZZANI LO SUFRIÓ

  • La ingratitud bajo los tres palos

 

Dicen que el puesto del arquero es de los que más sinsabores entrega. Un día son héroes y al siguiente, villanos. Y en la piel del mendocino Juan Pablo Cozzani esta película volvió a repetirse en dos jornadas consecutivas de la Primera Nacional. El viernes pasado, en Tandil, fue clave para que San Martín sumara ante Santamarina conteniendo un penal. Ayer, en el Pueblo Viejo, volvió a ser amargo protagonista de una jugada que lo convirtió en el foco de todas las críticas al resolver mal un centro inofensivo de Almagro que terminó en el empate. Lo sufrió como nadie, buscó consuelo en todos y en nadie a la vez porque sabía que su error fue determinante. Ya había protagonizado momentos similares en esta campaña pero más allá de la trascendencia de su falsa salida, todos saben que Cozzani fue clave en otros momentos felices de este San Martín. En el final, sabiendo que el 1-1 tenía más olor a derrota que otra cosa, nadie quiso hablar en el Verdinegro. Fue salida en silencio, sabiendo que los puntos perdidos este viernes en Concepción tendrán que ser recuperados el próximo sábado en Santiago del Estero cuando visiten al entonado Güemes que ya volvió a la punta de la Primera Nacional.