Quedaban dos minutos y 25 segundos para el cierre de un partido que estaba definido. Fue entonces cuando Gregg Popovich anunció un cambio. Tal vez por última vez, Manu Ginóbili salió del rectángulo de juego y se sentó junto a sus compañeros. El AT&T Center estalló en una ovación. El "¡Manu, Manu, Manu, Manu!" se oyó una y mil veces, mientras el bahiense contenía la emoción y se hacía el distraído ante la consulta de Patty Mills.