Julio César Falcioni y Román Riquelme asumieron desde siempre que lo suyo fue una suerte de “relación por conveniencia”, razón por la cual la historia de desencuentros empezó casi desde el mismo momento en que el técnico llegó a Boca en diciembre del 2010.

En enero del año pasado con Román lesionado, el técnico apostó un esquema táctico 4-4-2, prescindiendo del tradicional enganche, y el once auriazul mantuvo su invicto en los certámenes veraniegos, previos a la reanudación de la competencia oficial.

Pero Riquelme volvió a calzarse la camiseta azul y oro en febrero 2011 y Boca sucumbió feo: 1-4 con Godoy Cruz de Mendoza, en la Bombonera.

Más tarde, Román otra vez lesionado, el preparador físico Gustavo Otero dijo públicamente que el jugador no había realizado ‘labores de pretemporada acordes’. Román contestó que estaba en condiciones de retornar. Falcioni no lo puso ante los de Floresta, que disfrutaron de una noche brillante de su arquero, Nicolás Cambiasso, principal sostén del 0-0. La gente de Boca ardió y cantó contra el DT. Luego el ‘Topo’ recordó ese momento: ‘Antes de jugar contra All Boys Falcioni (Julio) me hizo correr solo como un boludo y yo no dije nada’.

La actuación del enganche y los resultados ayudaron. Entonces, el técnico, en conferencias de prensa, hasta elogió ‘la entrega’ del capitán en pos del equipo.

Riquelme quedó afuera de los titulares por una fascitis plantar y el buen rendimiento de su sustituto, Cristian Chávez, hizo que el técnico no extrañase al crack.

Antes de jugar contra Banfield (3-0), en el partido en el que Boca se coronó campeón del Apertura 2011, el enganche ingresó en la segunda parte, a pesar de que no estaba en las condiciones físicas ideales. Entonces, Román se lo agradeció: ‘El técnico tiene que seguir porque el equipo salió campeón y está invicto’, apuntó.
Con la renovación de contrato del DT y un Riquelme que seguía al margen por la fascitis plantar comenzó la pretemporada en Tandil. El ‘Diez’ jamás hizo fútbol y solamente diseñó tareas físicas, en zapatillas, nunca calzándose los botines.

En el primer contacto con la prensa del año, en Tandil, el volante mandó otro mensaje: ‘Decían que tenía que caminar y trotar y sin embargo hice la pretemporada a la par de todos mis compañeros’, dijo y luego agregó: ‘Cuando un equipo gana seguido cualquiera que entra lo hace bien, podemos poner al ‘Busca‘ (un ayudante del plantel) y juega también’.

Después de jugar con Santamarina, Riquelme fue crítico con el rendimiento del conjunto: ‘Boca no está jugando bien y tenemos que mejorar’, aseveró y cada vez que se le preguntaba a Falcioni por las palabras de Riquelme, decía: ‘De eso no hablo’, con cara de pocos amigos. Más cauto fue cuando se le consultó por la actuación de Román: ‘Eso me lo guardo para mí, analícenlo ustedes’, le decía a los representantes de la prensa.

Antenoche, en Barinas, intervinieron los mismos protagonistas, algo que no es extraño en este Boca sólido en la cancha, pero que no logra tener paz.