Se terminaba el primer tiempo cuando Renzo Saravia se escapó por derecha y Leonardo Ponzio lo bajó. El árbitro brasileño Anderson Daronco cobró la falta y rápidamente sacó la amarilla. Pero se la mostró a Exequiel Palacios, lo que generó las protestas de los locales. Ponzio había sido amonestado a los 29 minutos por una fuerte falta sobre Ricardo Centurión. La pregunta que quedó picando es si el árbitro lo hubiera expulsado igual si no se lo confundía con Palacios en la barrida a Saravia
El brasileño desenfundó rápido la amarilla y quedó preso de su decisión. Los jugadores de Racing le reclamaron, le advertían que el de la falta había sido Ponzio y que ya estaba amonestado. En ese momento, Daronco se tocó el transmisor que tenía en la oreja (ese audífono popularmente conocido como "cucaracha") y escuchó lo que le decían del otro lado. A falta de VAR, siempre hay un recurso para evitar papelones.
Enseguida, Daronco lo buscó a Ponzio y le preguntó si él había cometido la falta. El jugador fue sincero y le respondió afirmativamente. Entonces al árbitro no le quedó otra opción: hizo un gesto para indicar que Palacios no estaba amonestado, le mostró la amarilla a Ponzio y después la roja.
Todo vendido
El 29 de agosto se definirá la serie en el Monumental y los hinchas de River ya agotaron todas las entradas que se pusieron a la venta: 66.266. El furor de los hinchas de la Banda se trasladó en que en cinco días compraron todos los tickets disponibles.