Era velocidad, técnica y precisión. Era nacido en lo que hoy es Maputo, pleno corazón africano, pero el mundo lo veneró con la camiseta de su amado Benfica o la del seleccionado portugués. Su 22 años de trayectoria dejaron un legado que rompe la barrera del tiempo. Por eso ayer, luego de conocerse la muerte en su amada Lisboa de "La Pantera Negra", el mundo se conmovió. Cristiano Ronaldo, quien solo lo vio cómo jugaba por videos, subió a su cuenta de Facebook una foto de ambos. "Siempre será eterno", escribió el crack actual lusitano.
Luis Figo, otro genio portugués con el balón, también mostró su dolor por la pérdida de para muchos uno de los diez mejores futbolistas de la historia. "’El Rey. Gran pérdida para todos nosotros. El más grande”, posteó en Twitter.
Tenía 71 años. Como a todos los mortales lo sentenció un paro cardiorrespiratorio. Estaba rodeado por sus seres más cercanos, quienes lo acompañaron desde hace un par de años cuando la salud empezó a ser su principal adversario.
Un rival de las épocas de pantalones cortos como Alfredo Di Stéfano lo recordó ayer de manera especial: "’Me vino a pedir la camiseta después del partido y se la di con mucho gusto. Nunca imaginaría que en ese momento comenzaría una gran amistad. Era un interior goleador y jugaba al fútbol de maravilla. Era un buen muchacho y a mí me ha demostrado que era un muy buen
amigo. Ha sido un ejemplo de persona”, recordó la Saeta Rubia sobre la épica final de 1962 en Ámsterdam por la Copa de Europa, cuando el Benfica, con dos goles del lusitano, superó 5-3 al Real Madrid de Di Stéfano y Ferenc Puskas.
"’Sólo me faltó ganar un Mundial”, reveló hace dos años en una entrevista donde también se catalogó como "’el mejor jugador del mundo, el máximo goleador de Europa”. Portugal llora su muerte y se decretaron tres días de duelo nacional. El mundo también lo lamenta, al fin y al cabo se fue un genio sin tiempo. Un tal Eusébio…