Se cumplían cinco minutos del segundo tiempo cuando se produjo la jugada que puede considerarse bisagra. Porque un rebote en Lema, salió hacía su propio arco, la reacción de “Chiquito” Romero le permitió sacar el balón cuando ingresaba. Para muchos entró en su totalidad la pelota. En un primer momento el árbitro Falcón Pérez otorgó el tanto, apoyado en su juez de línea, que corrió hacía el medio de la cancha. Los jugadores de River festejaron, luego la jugada fue “chequeada” por el VAR y el juez anuló el gol.
Romero, protagonista excluyente, afirma que no ingreso: “No entró. No alcanzó a entrar. Es importante la tecnología, que muchas veces se usa bien, digamos. Pero lo más importante sería que pongan el reloj. Que el árbitro tenga el reloj que vibra cuando el chip que va dentro de la pelota te indica si es gol o no, en el instante”, confío el guardameta.
Luego de la jugada se tardó casi cinco minutos en corroborar si el gol valía o no, por intermedio del VAR, el partido cambió. River sintió el impacto y frenó su ímpetu y Boca “salió fortalecido”, dijo el técnico de River Martín Demichelis. La razón sobre si fue o no fue gol quedará eternamente como una duda en la conciencia popular.