El entrenador Ricardo Caruso Lombardi se convirtió ayer en técnico de Quilmes, en reemplazo de Leonardo Madelón, quien renunció el fin de semana tras la derrota como local ante Tigre.
Minutos antes de ser presentado oficialmente al plantel, Caruso Lombardi reconoció que están "con la guillotina al cuello", pero dijo estar confiado en dejar al equipo en Primera División.
El entrenador, quien sostuvo que tras la dimisión de Madelón recibió el llamado del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, se manifestó consciente de que se juega "muchas cosas", pero reiteró que el conjunto "cervecero" tiene posibilidades de salir de la zona de descenso directo.
"Estamos con la guillotina al cuello, pero si bien arriesgo mucho, estoy convencido de que puede salir", destacó Caruso en declaraciones a TyC Sports, y agregó: "Es la parada más dificil, por el tiempo y porque tenemos poco margen de error".
El ex entrenador de Tigre pidió que "los jugadores confíen" en su proyecto y aseguró que van a "laburar para que el club se salve".
"De los veinte años que dirijo creo que es la parada más brava que tenemos", afirmó, y dijo que "no hay que echar culpas a nadie" por el presente del equipo.
Quilmes, que perdió los cuatro partidos que disputó en el torneo Clausura, marcha último en la tabla de los promedios.