Bogdan Olteanu decidió venir a jugar la Liga Argentina el anteaño pasado para ‘cambiar de aire’ luego que perdiera junto a su pareja, Lily, una pareja mellizos al nacer.
A mediados del año pasado la pareja volvió a quedar embarazada, y de mellizos nuevamente, pero otra vez debieron atravesar una tormenta de dolor en enero.
Olteanu resumió estos 4 meses: “Fue muy difícil. Para Lily mucho peor. Es la segunda vez. Nacieron bien, creíamos que podrían sobrevivir, uno lo hizo por cuatro días y el otro, por ocho. Para salir adelante me ayudó mucho el grupo. Me entendieron, me dejaron tranquilo e ir a entrenar me hacía olvidar por momentos lo que pasó. El primer mes fue muy duro, aparte lejos de la familia. Pero ayudó ver tanta buena voluntad que recibimos de mucha gente. En Francia recibimos apoyo, pero no fue lo mismo”.
Olteanu tuvo que sacar sus mayores fuerzas para no dejarse vencer por semejante dolor. “Mi primer objetivo era tener familia y cuando pasó esto… con una tragedia así te das cuenta que hay cosas mucho mas importantes que un partido de vóley. Te preguntás ¿Para qué estoy acá, tan lejos de mi casa? Pasar por 4 funerales a los 31 años es bastante”.
Apeló a distintas cosas para salir a flote. “Cuando falleció mi abuelo, mi padre no se afeitó durante 40 días, una especie de costumbre de nuestra ascendencia armenia. Cuando fallecieron mis hijos en enero, quería hacer algo y recordé lo de mi padre. Lo hice como una cuestión de tratar de exprimir mi dolor”, repasó el rumano. Dijo que se fue planteando objetivos pequeños, como escuchar música una hora para tratar de salir adelante.
Y admitió que tiene más ganas todavía que el año pasado de salir campeón con UPCN, para no sentir que todo lo pasado fue a cambio de nada. “La esperanza de tener una familia sigue. Mientras, debemos hacer lo mejor que podamos. Desde jugar un partido o hacer las compras en el supermercado. Hay días, o noches, que son peores. Uno quiere que el mundo se pare y todos sientan tu sufrimiento. Pero no pasa eso. La vida sigue adelante. Entonces lo único que se puede hacer es tratar de dar lo mejor en lo tuyo”. Lily intervino para declarar la admiración que siente por la fortaleza de su marido. “Es el hombre mas fuerte que conocí en mi vida”, sentenció.
A Olteanu le queda un año más de contrato con UPCN y dice que no piensa ‘cambiar de aire’ como lo hizo cuando llegó a Argentina. Y su pareja está totalmente de acuerdo. “Acá hay sol, en Europa los dos últimos inviernos fueron muy feos”, señaló Lily, que nació nada menos que en Hawai. “Tenemos un dicho: si algo no está roto no hay que cambiarlo”, completó la pareja.

