Eran las cinco de la tarde y los primeros ya estaban listos para salir a la cancha. Con sus papis acomodándoles el equipo. Orgullosos. Deseosos. Con sus sueños al máximo. Arriba de los patines y con el palo y la bocha teniéndola sin que se les vaya a otro lado. Media hora después largaron los primeros partidos en cada una de las cuatro canchas dispuestas en la playa de estacionamiento del Wal Mart, en Rivadavia. Y, mientras esos jugaban, ya esperaban los otros su turno.

Frescura total. La propia de niños de entre los cuatro y los siete años. Esto es el tradicional "Mundialito’. El que corresponde a la previa de cada Mundial que se juega en todos lados. Este año serán dos. El primero ya está en marcha (dura hasta el domingo, siempre en el mismo lugar). El otro se jugará en la semana previa al Mundial de mayores. Ya en las calles céntricas de San Juan.

Lo cierto es que ayer se pudo apreciar el entusiasmo propio de todos. El lógico de los chicos. Y el también lógico de los papis y abuelos orgullosos. Cerca de 2.000 personas acompañaron la primera jornada. Esa en la que, además de los diversos partidos, sirvió para la presentación con el acto de apertura.

La ceremonia contó con palabras alusivas de los mayores que en todos los casos alentaron a los futuros grandes jugadores y, como espectáculo de cierre, la presentación de la Escuela Fantasías, de patinaje artístico.

Como se trata de un Encuentro, no existen los resultados. Entonces, entre chicas y varones, se dieron un festín. Hoy continuará la historia.