Un fuerte control policial se realizó en el trayecto de la caravana de los hinchas de Independiente a Avellaneda, luego de consumada la derrota en el clásico ante River.
La salida de Independiente fue ordenada mientras los hinchas de River aguardaron en el estadio la desconcentración de los visitantes.
Llevó temor la rotura del alambrado de la tribuna Centenario y el lanzamientos de butacas por parte de los hinchas de Independiente tras el segundo gol de River que dejó con escasas chances de salvación al Rojo.
Sin embargo, la salida fue normal en tanto se aguardaba el ingreso a Avellaneda, literalmente sitiada por policías por conjugarse la derrota de Independiente con chance inminente de descenso más el partido de alto riesgo de sus rivales de Racing, ante Boca, por la noche en el Cilindro.