En la previa, las previsiones hacía suponer que el Bicentenario no estaría repleto. Es más, se temía una flaca asistencia que nadie quería pero otra vez San Juan supo responder a la propuesta de tener fútbol de nivel más aun cuando este receso de verano se ha hecho casi eterno.

Pero esta vez, la respuesta de los sanjuaninos estuvo marcada por el suspenso porque a 45 minutos del comienzo de San Martín-River, el Bicentenario lucía claros más que alarmantes pero el público decidió tomarse sus tiempos para poder darle el marco que se merecía el partido.

Una capacidad colmada en un 85% hizo que los cuatro costados del coloso de Pocito se vieran más que bien poblados, reconociendo que la convocatoria mayor fue propiedad de River Plate que tuvo la Popular Sur, la Platea Este y mucha parte de las Plateas Oeste. San Martín respondió con su colorido en la Popular Sur y su fracción de las Plateas Oeste.

Sin incidentes, con mucha fiesta y un final apasionante por la definición en los penales, el Bicentenario volvió a ratificar que siempre responde. Aunque el acceso haya sido más complicado, aunque fuera una fecha incómoda, el fútbol tiene su lugar en San Juan y es en Pocito. Ahora, a esperar el 2 de septiembre para que juegue Boca contra el Verdinegro y luego, el 7 de octubre para el primer superclásico en San Juan.