Alegría sin fin en Novara

Si bien cada uno de los cinco títulos mundiales que ganó la selección argentina de hockey sobre patines es especial, el de Novara ’84 se caracterizó porque fue el primero obtenido fuera del país, el último que se jugó con el sistema de “todos contra todos”, fue con el 100% de los puntos en juego y porque aquel equipo dirigido por Miguel Gómez estaba plagado de jugadores de primer nivel, con un corazón enorme que sirvió para hacerle frente a todas las adversidades que se fueron presentando.

Treinta y cinco años después de aquella gesta histórica del deporte sanjuanino y también argentino, DIARIO DE CUYO charló con cuatro protagonistas y recordaron grandes momentos que quedarán por siempre grabados. El por entonces director técnico, Miguel Gómez, expresó que “fue mi debut como DT de la selección. Debutar y ser campeón es algo muy lindo. Fue una experiencia muy importante y con una talla de jugadores impresionante, que fue un apoyo total para poder conseguir el título”.

La tapa de El Gráfico

En ese mismo sentido, José Martinazzo dijo que “ganamos (el Mundial) con mucho sacrificio, hubo muchos lesionados pero igual jugamos contra Italia un partido decisivo y le ganamos. Creo que hubo mucho esfuerzo y mucha valentía. Después llegó una gran alegría”. Por su parte, para Fredy Luz “es un gran recuerdo, ya que cuando pasa el tiempo y vas haciendo un balance, te das cuenta de lo que lograste. Obtuvimos un campeonato ganando de punta a punta, siendo el primero que Argentina consiguió fuera del país. Realmente tengo recuerdos indelebles”.

Daniel Martinazzo, gloria viviente del deporte del bochín y el stick que ya había sido campeón en San Juan ’78, aseguró que “los recuerdos son muy buenos. Nosotros ya habíamos emigrado a Europa y teníamos una madurez importante, por eso en ese campeonato consolidamos el equilibrio de nivel con los europeos. Ya los teníamos vistos y sabíamos cómo jugarles de igual a igual. Ya no teníamos el estrés y nervios de otros campeonatos. Hubo cosas muy significativas por como fuimos sacando los resultados en los distintos partidos”.

Argentina empezó el certamen goleando 7-2 a Alemania, continuó venciendo por 3-2 a Estados Unidos, y luego derrotó por 3-0 a Brasil. Posteriormente hubo triunfo ajustado por 4-3 sobre Portugal, la cómoda victoria ante Suiza por 7-2 y un doble 3-2 por encima de Chile y España, respectivamente. Hasta ese momento, la selección de Miguel Gómez llegaba con puntaje ideal y líder de la competencia, por lo que un resultado positivo ante Italia, superpotencia en aquel momento y encima dueña de casa, era todo un desafío. Pero además del nivel del rival, por las lesiones que tenían a maltraer a dos jugadores clave de la Albiceleste.

El quinteto argentino, formado por Hidalgo, Maldonado, Rubio, Daniel Martinazzo y Agüero, terminó como el mejor del Mundial. Además, D. Martinazzo fue elegido como el jugador más destacado e Hidalgo como el mejor arquero.

“Recuerdo que Daniel Martinazzo y el arquero Oscar Hidalgo estaban lesionados. El primero por un desgarro en los aductores y el segundo por un problema en una rodilla. Por aquellos días, el periodista José Luis Barrios, de El Gráfico, estaba en Italia para hacerle una entrevista a Diego Armando Maradona (jugaba en el Nápoli) y se enteró de que la selección de hockey estaba en la recta final de la Copa del Mundo y que dos de sus jugadores estaban con dolencias, corriendo el riesgo de no jugar un partido fundamental ante Italia. Entonces, se contactó con el Doctor Rubén Oliva, que atendía a Maradona, Jorge Valdano, entre otros, y el profesional, que estaba en Milán, nos visitó en nuestra concentración”, contó Gómez. Sobre la misma anécdota, Daniel Martinazzo agregó que “el doctor Oliva nos vio a Hidalgo y a mí. Me puso una jeringa en la espalda y me dolió, por supuesto, pero valió la pena porque salí patinando y al otro día pude jugar contra los italianos”.

El plantel argentino

Finalmente llegó el esperado 21 de septiembre, día en que en el Hemisferio Sur llega la Primavera pero que en aquel entonces para la selección, en Europa, llegaba el Otoño. Y también enormes alegrías. En la previa era por demás difícil el encuentro ante la Azzurra. “España estaba en decadencia, Portugal era como un equipo de nivel intermedio e Italia era muy buena, pero recién pudo afianzarse en los dos siguientes mundiales. En cambio nosotros ya estábamos consolidados. Era nuestro Mundial”, recordó Daniel.

La presión de los tifosis (hinchas) italianos también jugaba un rol fundamental. Si bien muchos de los jugadores argentinos eran ídolos en los diferentes clubes de la península, a la hora de alentar a su selección dejaban todo de lado. “Jugamos en un lugar donde varios de nosotros residía, yo en ese momento jugaba precisamente en el Novara. Muchos de los hinchas nos apoyaron pero varios no, como suele pasar en el deporte. Los que estaban en contra nuestra se las habían agarrado con algunos compañeros, pero luego nos pidieron perdón y todo quedo en una anécdota”, dijo Fredy Luz. El que también se acordó de aquel momento fue Miguel Gómez, quien entre risas agregó que Luz tenía que hacer de traductor y llevar tranquilidad al público con un ‘disculpa, mi compañero está fuera de testa’”. Finalmente, Fredy dijo que “después, jugadores italianos fueron al hotel donde estábamos para pedirnos disculpas y felicitarnos por haber obtenido el campeonato”. Daniel tampoco se quedó afuera de aquella historia y contó que “con Italia teníamos una relación de amor-odio, porque algunos de nosotros jugábamos allá. Sin embargo, cuando nos enfrentaron nos silbaron y nos insultaron”.

Mario Agüero y Daniel Martinazzo se funden en un abrazo histórico.

En medio de un clima complejo, Argentina estuvo en desventaja en aquel encuentro ante Italia por un gol de Alessandro Barci, pero a fuerza de garra y un corazón tremendo, sumado al talento y a la picardía para jugar, Mario Agüero, un infalible a la hora de ejecutar penales, convirtió por duplicado (el segundo con un bombazo que se metió en un ángulo) y dio vuelta la historia. “Ante Italia fue el partido más difícil. Ganamos 2-1 con una avivada de Mario (Agüero), pero todos los jugadores cumplieron cuando les tocó entrar, aportaron toda su sabiduría para complementarse con el cuerpo técnico”, analizó 35 años después el padre de la criatura, Miguel Gómez.

Para el final quedó el triunfo por 1-0 ante Holanda, que solo sirvió para las estadísticas. Argentina ya había gritado campeón del mundo por segunda vez en la historia, pero la primera fuera del país. Ganó el certamen de punta a punta, imponiendo jerarquía en cada encuentro que disputó. “Teníamos una serie de jugadores de gran nivel que lograron funcionar en equipo, cosa que no es muy fácil en el deporte”, dijo Fredy Luz, mientras que el cerebro de aquella gesta, Miguel Gómez, sostuvo que “cuando se trabaja con un solo objetivo, se obtiene este tipo de resultados”, valorando la unión del grupo que, por supuesto, se sumó al talento de cada uno de esos cracks históricos del hockey sobre patines.

Los festejos en San Juan

Aquella consagración en Novara ’84 hizo delirar a los fanáticos de la selección argentina de hockey sobre patines en San Juan. Apenas hizo sonar su silbato el portugués Angélico Nunes y se consumó el 2-1 ante Italia, miles de personas inundaron de felicidad el centro de la provincia. Hubo largas caravanas de autos, casas con banderas y una fiesta espectacular en la Plaza 25 de Mayo que se extendió por varias horas.

El plantel albiceleste

La campaña perfecta de Argentina

7-2 a Alemania

3-2 a Estados Unidos

3-0 a Brasil

4-3 a Portugal

7-2 a Suiza

3-2 a Chile

3-2 a España

2-1 a Italia

1-0 a Holanda

Los choques ante las potencias

Frente a Portugal

El duelo con España

“La final” ante Italia