No es un partido más. Es "El Partido". Ese que quedará grabado en la historia. Ese que puede valer un ascenso. Y a la Primera División del fútbol argentino, nada más ni nada menos. San Martín está en eso. Buscando concretar su sueño. Tratando de repetir aquella epopeya del 2007, cuando por primera vez subió al círculo privilegiado del fútbol argentino. No será igual. Simplemente porque nada es exactamente igual cuando se dan estos momentos mágicos. Aquella vez fue en el Pueblo Viejo. Hoy, en cambio, puede darse a muchos kilómetros de distancia. Allá en La Plata, la capital de Buenos Aires. En el Bosque platense. Donde el Lobo tiene su guarida. Donde este Gimnasia y Esgrima liderado por su estrella Guillermo Barros Schelotto lo espera sediento. Buscando cambiar el destino de los objetivos. Pero El Verdinegro está inmune a eso. Está mentalizado para cuando empiece a rodar la pelota desde las 14.30 (transmiten el directo la señal de cable TyC Sport y de manera abierta Canal 7) y tenga que meter y meter para, al menos, salvar un empate. Sólo verá impedido su sueño si el equipo platense le gana. De esa única forma, el local Gimnasia podrá equilibrar o dar vuelta aquella gran victoria sanjuanina del domingo pasado (1-0 en Concepción). En esto no hay definición extraña. No puede haber alargue o penales. Si Gimnasia equilibra con un triunfo aquel festejo Verdinegro del domingo, se dará el gusto de seguir en Primera. Por aquello de la ventaja deportiva que tiene el equipo proveniente de la categoría superior.
Los análisis dentro de la cancha difícilmente puedan sustentarse en lo hecho hasta ahora. Es que estos partidos son distintos. No saben ni conocen de pasado. Sólo las necesidades hacen que su desarrollo gire alrededor de éstas. El Lobo platense tiene que ganar y, por ende, será el que busque tener la pelota y atacar lo que más pueda. San Martín puede empatar pero eso no significa que se meta apretado tratando de custodiar solamente a Pocrjnic. Ya le ha tocado partidos así y los resolvió de una manera inteligente: Presionar para quitar la pelota en la mitad de la cancha y salir rápido para sorprender al rival.
Si se concreta lo que paró ayer en la práctica, el técnico Garnero sólo introducirá una variante con respecto al equipo que ganó el domingo: Poggi por Canuto. El Enano se moverá por el sector derecho del mediocampo y así continuará el doble cinco con Alderete-Cantero. Mientras que Quiroga será el carrilero por izquierda.
Así las cosas, seguramente no habrá sorpresas en esta revancha. Sólo los imponderables que pueden presentarse en un partido de fútbol. Un gol que pueda cambiar el desarrollo, por ejemplo. O una expulsión. O una lesión. Todo lo pensado y lo impensado. Por ahí, habrá que ponerle fichas al aspecto ofensivo en las alturas del equipo sanjuanino. Y, en eso, Grabinski y Penco tienen sobrados atributos como para dar el gran golpe.
Lo cierto es que el Verdinegro está cerca de la gloria. De volver a Primera División. Y, seguro que lo va a luchar con uñas y dientes. Allá, en el Bosque, justamente. Al fin y al cabo su grandeza ya está comprobada.

