Un rato después de que Daniel Angelici lo catalogara como "uno de los mejores arqueros de Argentina", Esteban Andrada se mandó una tremenda atajada para que la final entre Boca y Rosario Central continuara empatada en cero. Iban 19 minutos de la primera mitad cuando voló hacia su izquierda para mandar al córner el bombazo de Villagra, que, muy bien direccionado, amenazó con darle la ventaja al Canalla.

Amén de lo espectacular de la atajada, la gran virtud del arquero de Boca fue estar correctamente posicionado y haber dado el paso adelante para achicar ante la posibilidad de que Villagra rematara.

Ya se jugaban los minutos adicionados del primer tiempo y Central había controlado un ataque de Boca, saliendo desde el fondo con un pelotazo. Carlos Izquierdoz quedó con Claudio Riaño a su espalda y parecía controlar la jugada, pero apareció Esteban Andrada afuera del área para rechazar la pelota. Pero apuntó mal y su despeje le dio de lleno en la cara a Izquierdoz y la pelota casi le quedó al delantero del Canalla.

Para fortuna del arquero del Xeneize y compañía, Iván Marcone apareció para alejar el peligro. Encima, por esa jugada, Andrada terminó saliendo con molestias rumbo al vestuario.