Hay situaciones de la vida que no se superan fácilmente. A Ernesto Fernández el accidente automovilístico del 2014 cuando regresaba desde San Luis junto al ciclista Emanuel Saldaño y que le costó la vida al Chino, lo marcó a fuego. El "Pollo" contó que pensó en dejar el mundo del ciclismo, aunque luego siguió adelante. Desde el viernes, dirigiendo a la Selección Sanjuanina de ciclismo junto a Rubén Ramos, irán por todo al Argentino que se disputará en San Luis.

-¿Cuál es el objetivo para este Argentino?

-Estamos muy entusiasmados. Es medio difícil superar lo hecho el año anterior porque creo que se perdió una sola medalla, pero siempre el objetivo de base es ganar tres medallas y apuntarle al medallero.

-¿Hay sorpresas en la lista?

-No, quizás lo nuevo es que Leandro Velardez irá como Elite por primera vez y la baja de Emiliano Fernández. "Bambam" se quiere dedicar un poco más a las Escuelitas y a su trabajo, hablé con él y no tuvo problemas en dejarle su lugar a otro ciclista.

-¿Es difícil separar ese rol de padre-técnico?

-Es difícil sí, pero en mi caso no. Él por ahí piensa como hijo y yo como técnico. Yo con los corredores no tengo hijos, ni sobrinos, ni amigos, ni nada. Esto es un trabajo y hay una responsabilidad que es la camiseta.

-El hecho que San Juan sea "la fichita puesta", ¿mete presión?

-Yo me meto la presión. El hecho de decir la "Sanjuanina", ser la capital del ciclismo, tener una Vuelta Internacional y que se hable de construir un velódromo de primer mundo, con todo eso ir a un Argentino y no ser protagonista sería como un fracaso. Yo soy muy exigente y no me gusta perder. En la vida uno es profesional, por un peso o por un millón.

-¿Promesas?

-Siempre previo a cada Argentino el pelotón va pedaleando a la Difunta Correa, yo después que tuve el accidente con el "Chino" nunca volví.

-Tocaste el accidente, un tema del que nunca hablaste...

-No hablé, pero la herida del "Chino" sigue latente...

 -¿Qué te quedó? 

-Fue algo muy triste. Perdí a un tipo que era como mi hijo, porque estábamos todo el día juntos, más que buen ciclista era una excelente persona. Era un fenómeno. 

-Costó salir de eso...

-Cuesta, todavía tengo mis baches, hay tardes que uno está en casa y espera la llegada de él a tomar el té; o noches en que lo esperás a cenar. Hay recuerdos que no se borran muy fácil. 

-¿Pensó en algún momento en salir del ciclismo?

-Sí, muchas veces. Pero agradezco mucho a la familia de Emanuel porque sus padres me decían siempre que la mejor manera de homenajearlo era seguir estando. Además mi familia, mis hijos siempre estuvieron, aunque en este tipo de cosas hay veces que la salida tiene que ser personal. 

-A San Juan le está faltando un ídolo popular, ¿quién está en ese camino?

-Creo que quien puede llegar a eso es Nicolás Tivani, es chico y está teniendo un buen presente en Europa, pero va depender un poco de como lleve su carrera deportiva. El público sanjuanino es mezquino, no le gusta que sus ciclistas estén afuera por más que esté triunfando allá. Al sanjuanino le gusta tener al ídolo acá, darle la palmada después de cada carrera, es medio contradictorio pero es una realidad.