San Martín y Desamparados viven el actualidad el gran clásico del fútbol sanjuanino. La rivalidad entre ambos clubes llega, incluso, a que en los partidos del torneo Oficial local se disputen desde hace un par de años sin público visitante. Pero dentro del vóley, un deporte con nulo contacto físico en la cancha, la relación entre ambas hinchadas es posible y sin ningún incidente. Así queda demostrado en el grupo de hinchas, de aproximadamente 40 jóvenes, que alientan en cada partido a UPCN y que en esta final le demostraron a todos que pueden convivir sin problemas verdinegros y víboras.
"A nosotros nos llamaron a comienzo de la temporada para que alentáramos a UPCN y dijimos que no había drama. Nos dijeron que por ahí iba a venir también gente de Sportivo, pero acá esto es vóley y nosotros les dijimos a los que nos buscaron que iba a estar todo bien de nuestro lado", contó Gabriel, de 19 años, quien forma parte del grueso de la barra de San Martín, y que es el sector que habitualmente lleva la percusión aportando bombos y redoblantes. En la serie ante Bolívar se observaron en cada juego tres bombos con los clásicos colores del club de Concepción, "conviviendo" pegado a hinchas con camisetas de Desamparados. "Lo hacemos porque la pasamos bien y nos gusta alentar a un equipo sanjuanino. Dentro del vóley, no hay drama con San Martín, Unión y el resto de las hinchadas, esto es otra cosa", reconoció el fanático del puyutano Miguel, de 17 años, quien al igual que Gabriel prefirió no dar su apellido, ni tampoco revelar quién fue la persona que los buscó a inicio del torneo por parte del gremio para pedirles su aliento.
El apoyo incondicional se basa en una relación simple: Entran gratis y además de alentar, hay gaseosas e incluso algunos choripanes para cada uno. "En la temporada regular veníamos cerca de 20, pero ahora se sumaron algunos más por lo que es una final. Es cierto que no siempre estamos todos los de San Martín o todos los de Sportivo, y por eso más de una vez pasó que algún cantito en contra del rival se escapó, pero no pasó de eso", aseveró Federico Gómez, quien comparte con sus amigos del verdinegro y los colegas del víbora el amor por el grupo de rock "La Renga". "Ahí tampoco hay discusiones, todos tiramos para el mismo lado", tiró sonriente sobre el amor por la banda de Mataderos.
La juventud del grupo se asocia con los estudios y es por eso que en el choque del miércoles pasado, además de las clásicas banderas celestes y blancas con la inscripción de UPCN, se observó un trapo en el centro de la platea este del colegio Boero con los colores azules y amarillos, tal cual es la camiseta de los Cóndores.
Los hinchas de unos y otros llegan cada juego de UPCN al Cantoni desde diferentes departamentos de San Juan. Están algunos de San Martín que lo hacen desde Rawson y otros de Desamparados que provienen de Rivadavia. Se unen por lo que dura un partido del equipo que conduce Fabián Armoa y comparten una tribuna sin ningún disturbio. Un imposible dentro del fútbol, pero real en el vóleibol.

