1. En Boca, Alves empleó un dibujo táctico 4-4-2 apostando principalmente a cuidar su propio arco antes que pensar en el de River. Los 4 mediocampistas, con más características de marca que de juego, trabajaron fundamentalmente para no permitirle a los de River generar fútbol, aislando especialmente a Ortega. River no le encontró en la primera etapa la clave para desarticular la garra al medio xeneize y lo poco que podía lastimar fue con pelotazos cruzados pero le costaba tener la pelota. Justo cuando River vio que ese podía ser el camino, Boca se puso en ventaja, gracias a un centro de Mouche, que conectó con precisión Viatri.
2. En el comienzo del complemento, River logró la igualdad gracias también a un momento de asociación de sus delanteros. Funes Mori peinó un pelotazo que sirvió para que Bou ganara en carrera a su marca y sometiera con un preciso remate a Abbondanzieri. Los volantes de Boca no pudieron mantener el ritmo de presión y entonces Ortega encontró más espacios para transformarse en el conductor que necesitaba River.
3. Si bien el trámite del partido mostró paridad luego del 1 a 1, el presente anímico de uno y otro equipo vislumbraba que el equipo de Astrada estaba más cerca de desnivelar y Abbondanzieri se lució en un par de intervenciones para mantener el empate. Las piernas de los jugadores fueron perdiendo rendimiento y los de Boca comenzaron a emplear el juego brusco. Así fue como vio la roja Ibarra y Medel se salvó por poco. Así llegaron a los penales, donde Vega tuvo mejor intuición que Abbondanzieri y los ejecutantes de River mayor determinación que los de Boca.