Era una semifinal y era sabido que se jugaría como ameritan este tipo de encuentros, pero hubo excesos que llevaron a las agresiones sin sentido. Primero a los 37 de la primera etapa cuando el arquero visitante Julio Marún, reaccionó mal ante William Alvarez, quien desde el piso recibió una patada del portero. El árbitro Gabriel González correctamente lo expulsó y provocó que Marún se fuera con intenciones de golpear a los jugadores locales. Ese parate, en el que también se fue expulsado Ponce en el local, se prolongó durante 7 minutos donde hubo de todo. En el complemento el trámite se le fue de las manos a González, cuando jugando tiempo adicionado Carbajal anotó el 3-1 para el local que así clasificaba directo. Ya con el juego finalizado, como ya es una costumbre en el fútbol argentino, los jugadores de Yrigoyen no supieron aceptar la derrota y se le fueron con todo a la terna arbitral. Empujones, golpes y un sinfín de insultos le pusieron el cierre lamentable al encuentro que dentro de la cancha, fue apasionante. Párrafo aparte para la hinchada local, que alentó siempre a su equipo y terminó festejando el pase a la final.

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Donde tejen las arañas... Un lujito metió Sergio Carbajal en Defensores de San Martín. De tiro libre a metros del área, tomó la pelota, no tomó distancia y con total sutileza la metió al ángulo, siendo en vano la enorme estirada del arquero Gómez. Golazo y festejo del equipo chimbero. Injustificable. Un integrante del cuerpo técnico de Yrigoyen toma por el cuello al árbitro Gabriel González, de correcto desempeño en el encuentro. Una postal que lamentablemente ya es costumbre en el fútbol de estos tiempos.
------ Epigrafe Fin ------