En Boca sabían que había que ganar. La Bombonera era una olla a presión, con el pedido de huevos, garra y demás yerbas en una semana convulsionada. Y Boca, después de haber sufrido en el primer tiempo, volvió a ser Boca en el segundo tiempo y consumó una gran victoria sobre Lanús, bajo un verdadero diluvio que azotó Buenos Aires y que en algún momento hasta puso en riesgo la continuidad del partido. El Xeneize se impuso por 3 a 1, luego de estar 1-1, y logró su primer triunfo en el Clausura de AFA. Anoche, más que nunca, la lluvia le trajo alivio a Boca, que por ahora es uno de los líderes del torneo.
Los goles para el local fueron anotados por Gary Medel, Martín Palermo y Cristian Erbes, mientras que el empate transitorio había sido de Gonzalo Castillejos.
A los 12 minutos, cuando el partido había transitado sólo por media cancha, apareció el talento de Medel para poner el 1-0. El chileno la tomó en el área, tocó para Paletta, éste la devolvió y Medel chacheteó la pelota para anotar su cuarto gol en Boca y empezar a borrar fantasmas.
Pero lo que parecía un buen augurio, pronto trucó en problemas. Lanús se adueñó del mediocampo, le sacó el balón a los de Alves y empezó a atacar. Avisó Blanco, en una atajada espectacular del Pato, en un primer tiempo en el que sólo se jugaba en terreno del local. Boca, después del gol, sólo tuvo una oportunidad y fue un directo de Riquelme que rozó el palo de Marchesín.
Pero Lanús iba a tener premio a la constancia. Y fue por arriba, el karma de Boca, el problema por el que Abbondanzieri "rompió códigos" y criticó a sus compañeros de no tener garra. A los 41, Castillejos cabeceó solo, ante un Muñoz que llegó a destiempo y ante un arquero que nada pudo hacer. Castillejos, el mismo que le había anotado a Boca con la camiseta de Central, trajo de nuevo aquellos fantasmas a la Bombonera.
Sin embargo, apenas iniciado el segundo tiempo, Gaitán tocó con Riquelme, buscó la descarga y se la cruzó a Palermo, que entró en soledad y puso el 2 a 1. Y cuatro minutos después, se vivió una situación increíble tras una serie de rebotes en donde la pelota no entró de casualidad. Boca, definitivamente, había entrado con otra actitud.
Por eso, el tercer gol no tardó en llegar. Cristian Erbes aprovechó un preciso corner de Riquelme y la pelota entró al ángulo del arquero Marchesín. Boca, más suelto, tuvo espacios para aprovechar su juego. La defensa -quizá menos presionada- no mostró errores y Lanús no se pareció en nada al del primer tiempo. Boca cuidó el resultado y en la Bombonera se fueron felices y cantando, cantando bajo la lluvia.