El ciclista irlandés Nicolas Roche (Team Saxo-Tinkoff) ganó ayer la segunda etapa de la Vuelta a España, celebrada sobre 176.8 kilómetros, entre Pontevedra y el Alto Do Monte Da Grova en Baiona, mientras que el italiano Vincenzo Nibali (Astana) es el nuevo líder de la carrera.
Roche, de 29 años de edad, consiguió en Baiona su primera etapa en una vuelta grande. El irlandés salió a repeler un ataque de Dani Moreno (Katusha) en el último kilómetro y medio y luego fue más fuerte que él y que los otros dos ciclistas que se prendieron a la rueda del español. De esta manera, el equipo que lidera el checo Roman Kreuziger, por ausencia del español Alberto Contador, empezó con buen pie la ronda española.
Después de la exigente contrarreloj por equipos del sábado, la región de Galicia, en la segunda de las cuatro etapas en que será sede de la carrera, tenía reservado a los ciclistas un puerto (el Monte Da Grova) que resultó ser una trampa. Entre el esfuerzo que realizó el grupo los últimos 50 kilómetros para echar abajo la fuga del día y el ritmo de los Movistar en la ascensión, la etapa se llevó con ella a tres hombres importantes: el español Samuel Sánchez (Euskaltel) y los colombianos Sergio Henao (Sky) y Carlos Betancour (AG2R).
El campeón olímpico de Pekín era el principal candidato del Euskaltel para hacer algo en la general. No se presentaba una Vuelta fácil para los vascos por su desaparición al final del año y ahora se va a complicar aún después de que “Samu” perdiese tiempo a las primeras de cambio. A los vascos les queda ahora luchar por las etapas y pelear con Mikel Nieve (que está 30mo a 1m14s) por un puesto digno, dentro de tres semanas en el cierre de Madrid.
El ciclismo colombiano, que está reverdeciendo viejos laureles estos años, sufrió un baldazo de agua fría con la pérdida de las opciones al triunfo de Sergio Henao (Sky) y de Carlos Betancour (AG2R). Especialmente sangrante es el caso de Betancour, que cedió más de nueve minutos y ya está a 11m38s, del “Tiburón” Nibali en la general.
El resto de favoritos superó sin problemas el ritmo que impuso el Movistar en los once kilómetros de subida. El equipo de Valverde mostró el porqué de los elogios de los rivales y expertos. En Da Grova, primero Lastras, luego Herrada y más tarde el polaco Szmyd no dejaron respirar al grupo.
El conjunto Movistar dio por finalizado su trabajo a falta de kilómetro y medio y ahí entraron en acción los cazadores de etapas. El primero en demarrar fue el escudero de Joaquim Rodríguez en Katusha, Dani Moreno, con el que se fueron el italiano Domenico Pozzovivo (AG2R), Leopold Konig (Netapp) y Roche. En ese ataque final fue cuando perdió rueda y cedió su casaca roja el esloveno Janez Brajkovic (Astana), líder tras la crono del sábado.
Primero parecía que Pozzovivo se llevaría el triunfo, pero finalmente el que demostró tener más fuerza que nadie fue el irlandés que es hijo del gran Stephen Roche, aquel ciclista irlandés que, en 1987 consiguiera la victoria en el Giro de Italia, el Tour de Francia y el Campeonato Mundial de ciclismo en ruta.
Nicolás contó que tenía libertad para atacar y lo hizo porque se sintió muy motivado.