Se gritó como un gol en el Hilario Sánchez la atajada de Luciano Porcnjic ante el remate de penal de Claudio Guerra, pese al 3-0 en el resultado. Es que la idea que un equipo se arma de atrás para adelante tiene mucho eco en el público. Y en ese sentido el uno de San Martín se está metiendo en el corazón del hincha. Sus buenas actuaciones así lo ameritan, con el plus de acumular un invicto de 389 minutos sin recibir goles en contra.
Pocrnjic ayer tuvo una actuación destacada, más allá de la claridad con que el equipo se impuso ante Unión. Es que, además del penal al nueve Tatengue, le tapó un mano a mano a Weiner y estuvo certero en los centros sobre su área, más allá de una salida en falso en la parte inicial.
El último tanto en contra se lo marcó a los 16′ del complemento, hace cinco partidos, el jugador de All Boys Torassa. Luego dejó en blanco su valla frente a Italiano, Instituto, Defensa y Unión. Hasta el momento suma media docena de partidos donde no la fue a buscar adentro: los otros dos encuentros fueron ante Boca Unidos y Gimnasia de Jujuy, ambos en Concepción.
Pero el cero propio no sólo se explica a través de Pocrnjic. También se basa en la firmeza de dos zagueros que cada vez se entienden mejor como Mármol y Sánchez. Porque son ellos, junto a los laterales Damiani y Toranzo, quienes desactivan la mayoría de los ataques. Y cuando no pueden concretar esa misión, entra en acción Pocrnjic, ése al que anoche la gente le regaló un cálido "olé, olé, olé, Lucho, Lucho".