Cortito, pero firme. Sin perder el equilibrio. Con la ratificación de algunas disciplinas y la deuda de otras, la representación sanjuanina que participó en los XVI Juegos Binacionales de Integración Andina, consiguió dar otro paso adelante.
Detrás de la estela dorada del nadador Felipe Vargas, quien ganó seis competencias, se encolumnaron el resto de las actividades. Se consiguieron 27 medallas, seis más que el año pasado. Se mantuvo la quinta posición histórica, con más diferencia que en los torneos anteriores donde se logró esta ubicación.
Hubo rendimientos individuales de excepción, como el del ya citado Vargas y el de Nicolás Tivani que logró el único oro del ciclismo. Pero también hubo rendimientos colectivos destacables, como el del seleccionado de vóleibol masculino que recuperó el oro perdido el año pasado y de las chicas del fútbol que después de haber perdido la semifinal por goleada (0-8), accedieron a la final por un aspecto reglamentario (su rival, Metropolitana, tenia una jugadora mal incluida) y no dejaron que se les escapara la tortuga. Vencieron por 1 a 0 a Valparaíso y dieron la vuelta olímpica.
La natación, aportó el 66 por ciento de las medallas ganadas (18 de 27) demostrando que todo lo invertido en trabajo, tiempo y esfuerzo, en el último lustro, da réditos elocuentes. El ciclismo aportó cinco y las otras dos fueron las del vóleibol y el fútbol femenino.
Pero así como hay disciplinas donde la competencia es más equilibrada, hay otras donde se está lejos de los más fuertes. El básquetbol, hándbol y el atletismo, tienen mucho por mejorar para aspirar a medallas.