La escena que ocurrió hace 19 años quedó para siempre y será eterna. Se inmortalizó en tatuajes, se hizo bandera, remera, careta, meme, fondo de pantalla y se grabó eterna en la mente del hincha de Boca. Fue un símbolo de rebeldía disfrazado de un festejo de gol. Aquel 8 de abril de 2001, en un Superclásico con goleada azul y amarilla, Juan Román Riquelme se plantó en el campo de juego de la Bombonera y transformó el guiño infantil de esa marioneta animada del Topo Gigio en un mensaje que con los años tomó cada vez más fuerza. Gritó sin forzar las cuerdas vocales y habló sin emitir sonido. Alcanzó con un gesto desafiante, con llevarse sus manos detrás de los oídos, para que todos supieran que en Brandsen 805 el hombre de la camiseta 10 quería dejar su mensaje.

La historia de de Riquelme para "celebrar" su gol frente a River (el partido terminó 3 a 0 con goles de Ibarra y Guillermo Barros Schelotto además del suyo) no se improvisó en esa jornada de abril. De hecho, el plantel de Boca llevaba meses de cruces con Mauricio Macri, por entonces presidente del club, y buena parte de la CD. Los jugadores entendían que se habían incumplido acuerdos con aquel plantel campeón de América que había puesto de rodillas al Real Madrid en Japón unos meses antes. Román, con 21 años, fue quien se animó a contárselo a todos, sin decir nada.

El gran Roger Federer emulando el festejo de J.R Riquelme al ganar el torneo de Wimbledon

Para abril de 2001, también el Diez y Macri ya habían tenido varios cortocircuitos. Primero porque Román jamás olvidó que desde el club habían filtrado a los medios un recibo de sueldo en plena pelea por su contrato. Después, porque un mes antes del Superclásico del Topo desde Boca habían comunicado su transferencia al Barcelona sin haber charlado el acuerdo con él. Dueño del fútbol del equipo, Riquelme todavía cobraba primas de su contrato como juvenil. Por último, a dos meses de finalizar el contrato, desde la CD no habían mostrado interés en charlar con el futbolista al que terminaron transfiriendo al club Catalán un año más tarde. 

Cuando Riquelme tomó la pelota a los 25 minutos del segundo tiempo de aquel clásico para patear el penal ya tenía en mente qué haría. Quizá por eso falló uno de los pocos disparos desde los 12 pasos de su carrera. Pero como si hubiese hecho un pacto con el destino, el rebote de Franco Costanzo le quedó en su frente y de cabeza hizo explotar la Bombonera.

El astro brasilero "Ronaldo" también copió el festejo del histórico jugador de Boca

Entonces no dudó el 10. Se despegó de cualquier abrazo, gambeteó saludos de compañeros y fue directo a la línea del mediocampo. Se puso de frente al palco presidencial de la platea y miró fijo. Apenas si aguantó que se trepara Serna quien, cómplice, sabía de lo que se hablaba en las semanas anteriores. Todos en Boca estaban al tanto de la disputa entre Román y Macri (la transmisión, de hecho, hizo un juego de planos entre el Diez y el presidente).

"No fue por nada en especial, solo que a mi hija (NdR: Flor) le gusta el Topo Gigio y nada más", fue lo único que dijo Riquelme, con una ironía que mantuvo con los años. 

Dos meses más tarde, todo explotó por el aire entre la CD y el plantel. Después de ganarle las semifinales de la Copa Libertadores al Palmeiras en Brasil, los jugadores cantaron contra la Comisión Directiva y lucieron remeras con inscripciones contra el dirigente Orlando Salvestrini, a quien mandaban al psicólogo. La postura de Carlos Bianchi fue la de respaldar al plantel, que le daría a Boca otra Libertadores pese a estar en conflicto con la CD. En ese 2001 se terminó con Bermúdez, Córdoba y Bianchi afuera del club.

El ex presidente Mauricio Macri también utilizó en diferentes ocasiones el famoso "Topo Gigo"

Con los años, el destino volvió a tener al Topo Gigio en la escena. Fue en 2019, en el cierre de campaña del propio Mauricio Macri para ser reelecto presidente de la Nación. Meses más tarde, Riquelme encabezó una elección histórica en Boca que cortó con 24 años de conducción vinculada a Macri en Brandsen 805, en una campaña que incluyó cientos de caretas de Riquelme en las tribunas del estadio. ¿Con qué gesto? Con aquel que nació el 8 de abril de 2001.