Carlos Berlocq dejó ayer de ser un tenista común y se vistió de héroe, ya que dejó la piel en la cancha y estableció un feedback increíble con el público, que lo alentó a rabiar durante todo el partido ante el francés Gilles Simon, para regalarle al final una merecida ovación.

El público argentino disfrutó de una jornada tenística plena y la foto del final encontró al ‘Gladiador‘ Berlocq entregado al festejo ante las 10.000 almas que se acercaron hasta el predio de Villa Soldati, que ofrecieron su aliento incondicional desde muy temprano.

‘Vení, vení, cantá conmigo, que un amigo vas a encontrar y de la mano de Martín Jaite todos la vuelta vamos a dar‘, coreó el estadio entero, y Berlocq no vaciló, ganó el partido y justificó el aliento incondicional, que antes le era ajeno, le pertenecía casi siempre a David Nalbandian y en menor medida al ahora ausente Juan Martín Del Potro.

El público vitoreó al equipo completo en el final y Berlocq, el héroe de la jornada, se entregó a un abrazo sentido con Jaite, Nalbandian, Mónaco y el marplatense Zeballos, los causantes de una victoria heroica que quedará en las retinas por mucho tiempo, hasta que el tenis genere otra que la supere.