De que es la etapa más emotiva de la Vuelta, no quedan dudas. Quizás por el dramatismo de los metros finales que siempre tienen definiciones apasionantes o por el sacrificio que hacen en plena subida los ciclistas arriba de sus caballitos de batallas, la etapa al Colorado sigue siendo la más atrapante para los fieles fanáticos. Ayer al mediodía, más de 2 mil personas se dieron cita en el cerro iglesiano para vivir la etapa que tuvo como dueño a Laureano Rosas del equipo continental SEP San Juan.
La cita comenzó desde la misma noche del martes. En grupos de amigos o en familia, los aficionados comenzaron a llegar en la madrugada con carpa y asado incluido para hacer la previa esperando la competencia. Fueron muchos sí, aunque otros tantos decidieron madrugar y partir a primera hora de la mañana para esperar a los competidores. Los altavoces sonaron fuerte en lo alto del Colorado escuchando a las radios que llevaban las alternativas de la prueba, eso sí, gracias al importante trabajo técnico que realizaron las radios instalando equipos y antenas desde el día anterior para poder transmitir en plena precordillera.
El clima esta vez acompañó. Y aunque el aire fresco característico del lugar obligaba a buscar camperas, por momentos las nubes cubrieron el Sol completamente, y de a ratos, Febo salía con todo y castigaba a más no poder debido a la humedad reinante por la lluvia que había azotado el lugar horas antes que llegara la competencia. No hubo lluvia ni granizo en seco como suele acostumbrar esta etapa. Esta vez todo acompañó como para que el espectáculo se diera de la mejor manera y los propios protagonistas no defraudaron. Porque entre Dotti, Escuela y Rosas, se encargaron de poner a todo el mundo pegado con la oreja a la radio apostando a quién sería el ganador en ese dramático final. Finalmente fue Laureano el vencedor. El mismo que se quedó con la etapa reina el año pasado se encargó de ponerle el broche final a la fiesta. Fue en el mismo lugar, con el mismo ganador pero con más espectadores como para dar una muestra más que la pasión y el fervor sigue en aumento.